El libro de los abrazos Elementos Literarios

Narrativo y fragmentario.

Mayormente, Latinoamérica. Exilio en Europa. Décadas de 1970, 1980, aproximadamente.

Narrador en primera o en tercera persona, según el texto de que se trate.
El punto de vista es siempre el del personaje que represente a la clase baja, desplazada, de minorías de diversa índole.

Poético, humorístico, subversivo, nostálgico, reflexivo.

Obreros, clase baja, pobres, gente del pueblo como protagonistas. Burócratas, tiranos, dictadores, torturadores como antagonistas.

Lucha social y de clases, búsqueda de igualdad social, política y económica.

A lo largo de todo el libro, los momentos culmines suelen ser los que relatan situaciones de catarsis, descargo, valentía o muerte heroica de sus personajes.

La narración va anticipando los momentos en que suelen perder los que menos tienen. Nos muestra el funcionamiento de un sistema cruel, burocrático, que desvincula a las personas para que no se puedan comunicar entre sí ideas importantes o sentimientos de unión.

Las atenuaciones de estos conflictos, clímax y presagios aparecen a través de la presencia del humor, el amor, el coraje o la amistad ante la cercanía de la muerte y los malos momentos.

En muchos de los fragmentos o breves relatos que componen el libro, encontramos alusiones a la Injusticia social, a las numerosas dictaduras latinoamericanas de la segunda mitad siglo XX, al exilio político, al oficio del escritor y al rol del intelectual.

Este libro de Galeano presenta la imagen de un continente que fue colonizado y al que se intentó despojar de sus propias creencias, pero que, sin embargo, aún persiste en su modo particular de ver la realidad. El texto muestra escenas diversas que presentan lo real maravilloso de un modo poético y sutil. Los vínculos entre personas y de las personas con la naturaleza permiten comunicaciones que cualquiera llamaría fantásticas o milagrosas. Aquí aparece la esencia de un continente en el que aún perviven las cosmovisiones de los pueblos originarios, y de personas que, descendiendo de europeos, apoyan la lucha y la justicia social sin importarles los consumismos o superficialidades de la vida moderna.

“En Colombia, los ríos de sangre se cruzan con los ríos de oro. Esplendores de la economía, años de plata fácil: en plena euforia, el país produce cocaína, café y crímenes en cantidades locas” ("Los numeritos y la gente").

En “Celebración de las contradicciones/1”:”la historia humana, que muriendo nace y rompiendo crea”.

Ver toda la sección titulada “Paradojas”.

Chile/Miami (en "Crónica de la ciudad de Santiago"): “Santiago de Chile muestra, como otras ciudades latinoamericanas, una imagen resplandeciente. A menos de un dólar por día, legiones de obreros le lustran la máscara. En los barrios altos, se vive como en Miami, se vive en Miami, se miamiza la vida, ropa de plástico, comida de plástico, gente de plástico, mientras los vídeos y las computadoras se convierten en las perfectas contraseñas de la felicidad”.

"Y los obreros: que sí, que sí, pero que ellos se estaban
ganando el pan [...]" ("Celebración de la amistad/2").
La expresión 'ganarse el pan' constituye una metonimia que refiere a trabajar para subsistir.

“La cámara, una Minolta, murió en otra batalla, ahogada en lluvia, un año después” ("La frontera del arte").

“Una estrella se llevó al conejo azul a pasear por el cielo […], y después la estrella se cansó y se volvió al país de las estrellas” ("El arte desde los niños").

Todo el relato “Crónica de la ciudad de Quito” es la personificación de un perro, lo cual solo se entiende hacia el final, en realidad.

“Se veía muy contenta la mar, lamiendo aquel inmenso helado, y esa alegría de la mar y esa blancura radian te fueron mis últimas imágenes de Calella de la costa” ("Los adioses).