La idea principal del texto habla sobre la historia de un fantasma (al que llaman el fantasma de Canterville, de nombre Sir Simon), que vive atormentando a los habitantes de una vieja mansión inglesa. Las ideas secundarias van desde la historia del propio fantasma hasta las vidas de cada uno de los habitantes de la casa. La acción se desarrolla en una mansión inglesa a finales del siglo XIX y tiene una ambientación bastante realista a pesar de que el protagonista es un fantasma. Están bien definidas las costumbres de la familia y el ambiente se mueve dentro de una mentalidad abierta con un tono misterioso, por lo que se trata de una novela fantástica y de intriga con ideas dramáticas. El fantasma mató a su esposa hace 300 años, los hermanos de su esposa lo dejaron atrapado en una habitación sin comida ni bebida hasta la muerte.
El mensaje que Oscar Wilde intenta expresar por medio del libro es lo preocupantes que se tornan las estructuras del materialismo propias de los burgueses, representados aquí por la familia Otis, la cual nunca se sorprende por el comportamiento del fantasma. Al contrario, intentan "combatirlo" utilizando distintos productos modernos (quitamanchas, aceite para cadenas, jarabes, etc.) y su vida nunca es alterada, a pesar de los reiterados esfuerzos que lleva a cabo el fantasma. Este encarna, en cierta forma, la figura del arte, porque necesita superarse constantemente y canalizarse de diferentes formas (en este caso, a través de la actuación o la pintura, en el caso puntual de la mancha de sangre en el piso). Posteriormente, al ver inútiles sus esfuerzos, busca la máxima elevación, la que supera la vida y la muerte: el amor para lograr el perdón de [Dios].