El Desbarrancadero Preguntas de Ensayo

Preguntas de Ensayo

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    ¿Cómo describirías el carácter del narrador protagonista a partir de su modo de expresarse verbalmente?

    Se trata de un personaje de mediana edad, varón, de orientación homosexual. El tono que utiliza para expresarse incluye manifestaciones de cinismo ante la realidad social y familiar que le toca vivenciar. Las discriminaciones en el exterior social y las patologías psicológicas presentes en el interior de su casa lo han tornado agresivo verbalmente y muy descreído o desesperanzado. Si bien parece mantener cierto equilibrio en lo que respecta al abuso de sustancias, por ejemplo, podríamos afirmar que siempre ha tenido que hacer mucho uso de su fuerza de voluntad y de diversos recursos que lo protegieran del dolor y la tristeza. Esto se muestra cuando relata, por ejemplo, la ‘liberación’ que realizó a sus 14 años, cuando finalmente pudo irse del entorno familiar que lo agobiaba, sobre todo haciendo referencia a la conducta nociva de su madre.

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    ¿En qué sentido podríamos afirmar que la familia del narrador es disfuncional?

    En vínculo con la pregunta anterior, podemos sostener que la familia del narrador es disfuncional en al menos dos sentidos: por la vía materna y por la vía paterna. En el caso de la madre, se trata de una mujer muy inestable emocionalmente, que mantiene la casa en un gran desorden y caos constante, dando órdenes y abusando de los demás según su conveniencia. En el caso del padre, su pasividad y sumisión hacen que sus hijos solo reproduzcan o bien evadan el conflicto principal de convivencia. Es decir, el carácter dócil del padre contribuye a la disfunción que se plantea desde la línea materna y a la que el narrador considera específicamente como proveniente de ‘los genes Rendón’. Asimismo, algo hiperbólicamente, el protagonista suele hacer referencia a sus muchos hermanos, variando el número en más de una ocasión. Lo que parece querer significar con este recurso es que son demasiados y que sus padres no pudieron ocuparse adecuadamente de ellos.

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    ¿Cómo aparecen representadas en este texto la religión y la política de Colombia?

    A lo largo de toda la novela encontraremos referencias de tono negativo en lo que atañe a la religión y a la política. En cuanto a la primera, el narrador no solo se referirá a cuestiones de su entorno más cercano, sino que su crítica llega hasta el mismo Papa de su época, Juan Pablo II. Por un lado, lo tilda de homosexual e hipócrita por no asumir su condición, pero favorecer la discriminación social con la censura religiosa. Por el otro, descree de sus gestos rituales, como es el caso de la bendición que suele efectuar a sus fieles, la cual es presentada por el narrador como si se hiciera de forma masiva y automática, pero sin significado profundo. En cuanto a la segunda, es decir la política, el narrador se muestra escéptico y totalmente en contra de los regímenes que gobiernan su país. Explícitamente, los tilda de borrachos y asesinos. En este sentido, su visión se acerca a la de la denuncia social, en tanto que considera que todo el país se encuentra a la deriva, o bien, si nos hacemos eco del título, a punto de despeñarse por un ‘desbarrancadero’.

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    ¿Cuáles son los dos familiares con los que el narrador se lleva bien y cómo describirías cada vínculo?

    Los dos familiares con los que el narrador protagonista se lleva mejor son el padre —ya fallecido al presente de la narración— y su hermano Darío, cuyo cuidado constituye el eje central de la novela desde el cual nos acercamos a otras cuestiones nucleares de la familia. En el caso del vínculo con el padre, el narrador lo muestra como un hombre dócil pero muy bueno, trabajador y ordenado. Estos son valores que el narrador resalta como positivos, haciendo que lo extrañe y lo tenga en gran estima. Por otro lado, el vínculo con su hermano Darío posee algunos altibajos: si bien lo cuida y defiende hasta el final, recordando siempre las buenas anécdotas que pasaron juntos, también lo tacha de irresponsable y desconsiderado. Darío es presentado como adicto y egoísta. Sin embargo, el narrador parece sentir una profunda debilidad y complicidad con él, por eso dedica su cotidianeidad a acompañar sus últimos momentos.

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