El contrato social

El contrato social Resumen y Análisis Libro III, Capítulos 7-9

Resumen

En un sentido estricto, no existen los gobiernos simples, sino mixtos. Un jefe único puede tener magistrados subalternos, y un gobierno popular puede tener un único jefe. Aunque el gobierno simple es el mejor en la teoría, la situación particular de cada Estado va a determinar qué tipo de gobierno es el más adecuado. En algunos casos, para regular el equilibro de poderes entre el legislativo y el ejecutivo, se necesita un magistrado intermedio, que constituye un tipo de gobierno moderado.

La libertad no se adapta a todos los climas y, por lo tanto, no es universalmente alcanzable. Esto se relaciona con la forma en que la persona pública consume lo que producen las personas particulares. El Estado solo puede subsistir mientras se produzca más de lo que se consume. El excedente se tributa al gobierno, en una menor cantidad si es un gobierno democrático, en una cantidad mayor si es aristocrático, y más aún si es monárquico.

Rousseau sostiene que la economía de un Estado tiene menos que ver con el tamaño del gobierno y más con la circulación de bienes. En una democracia, los impuestos vuelven al pueblo en forma de gasto público. En una monarquía, los impuestos apoyan los intereses privados del rey, y la circulación de la riqueza es lenta o inexistente. En otras palabras, el pueblo sufre menos en una democracia y más en una monarquía. De ello se deduce que las monarquías son adecuadas para las naciones ricas, que producen grandes excedentes, y que las democracias son más adecuadas para las naciones pobres.

El clima también determina qué forma de gobierno empleará el Estado para aprovechar sus excedentes. Dado que los países cálidos suelen tener el suelo más fértil y producen mayor excedente, allí la monarquía puede gastar en lujos. Por el contrario, los países fríos producen un excedente moderado y deberían tener una forma de gobierno democrática que distribuya con mayor austeridad.

Es imposible determinar qué forma de gobierno es la ideal sin conocer las condiciones particulares de cada Estado. Sin embargo, Rousseau proporciona una forma de evaluar la eficacia de un determinado gobierno. Si la población de un Estado crece, esto demuestra que el gobierno promueve la prosperidad de sus miembros. Es así que Rousseau afirma que “el gobiern bajo el cual, sin medios extraños, sin naturalizaciones, sin colonias, los ciudadanos pueblan y se multiplican más, es infaliblemente el mejor” (p.139).

Análisis

Aunque Rousseau alaba la libertad civil a lo largo de todo El contrato social, también afirma que no todos los pueblos pueden conseguirla. Que un pueblo pueda formar una sociedad libre depende de sus recursos naturales. El clima influye en la producción de un país y determina si es apto para la barbarie, el despotismo o el buen gobierno. El efecto de las condiciones climáticas y geográficas en la libertad y en el tipo de gobierno crea una interesante tensión en El contrato social. Rousseau plantea que, al cambiar su libertad natural por libertad civil, las personas adquieren un sentido de moralidad, pero aquí sostiene que el clima de una región puede inhibir a ciertos pueblos de comportarse moralmente. Así, postula que los lugares “ingratos y estériles” deben ser habitados por salvajes, que allí donde “el trabajo de los hombres […] rinde exactamente lo necesario” debe ser habitado por “pueblos bárbaros”, y que solo donde hay exceso de producto “conviven los pueblos libres” (p.133).

Rousseau realiza su análisis sobre el clima y su relación con la forma de gobierno con base en cómo circulan las contribuciones públicas dentro de una sociedad. En una democracia, los impuestos se devuelven pronto al pueblo en forma de gasto público. Por lo tanto, la democracia es la que menos carga con tributos a los ciudadanos. Por el contrario, la monarquía es la que más grava al pueblo y es más difícil de soportar; por eso es más conveniente a los Estados ricos.

De esta manera, Rousseau sostiene que el tipo de gobierno de un país debe ser acorde a sus capacidades productivas. La existencia de zonas cálidas y prósperas con democracias y de zonas frías y estériles con monarquías no refutaría la teoría de Rousseau; solo demostraría que otros factores entran en juego a la hora de determinar el gobierno de un país.

Aunque Rousseau sostiene que el aumento de la población es la mejor forma de analizar la actuación de un gobierno, no da una razón clara de por qué esto sería así. Tal vez su decisión de utilizar la población como indicador de buen gobierno se deba a su deseo de promover la agricultura. En su teoría, el aumento de la población solo se produce si hay un aumento correspondiente de la productividad agrícola. Un Estado que fomenta la agricultura cultiva toda la tierra utilizable y tiene una población repartida por todo su territorio, mientras que un Estado que descuida la agricultura tiene una población en decadencia que se concentra en las ciudades. Es importante destacar que Rousseau desaprueba la vida urbana, por considerar que fomenta la ociosidad y el lujo.