Dune

Temas

Las premisas iniciales de la novela no se fuerzan en ningún momento, sino que se van extendiendo paulatinamente para que el lector se vaya habituando a ellas. El autor dejó deliberadamente de lado las especulaciones supertecnológicas y los avances técnicos, prestando sin embargo una gran atención a ideas sobre ecología, religión, cultura y humanidad. Esto hizo que en su tiempo se considerase esta saga como un cambio provocativo y atractivo con respecto a la ciencia ficción que se había escrito anteriormente.

Durante la temática, se abordan muchas temáticas que aún son importantes. Entre ellas, Herbert habla sobre la guerra por los recursos, las diferencias entre culturas distintas, el abuso del poder, la corrupción, la religión y la rebelión. Gracias a esto, la novela sigue siendo analizada en un contexto moderno, dejando que la historia sea relevante hasta hoy en día. [4]​

Mesianismo

La novela se ambienta en un imperio galáctico en decadencia, donde la corrupción, los excesos y la división conducen a una caída que recuerda a la Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano de Edward Gibbon.[5]​ La manipulación religiosa a lo largo de todo el imperio por parte de la Missionaria Protectiva de la Bene Gesserit prepara el camino para un mesías que lidere ese imperio en un proceso de regeneración. La aparición no planeada de ese mesías arrastra al imperio en una Yihad que sacude el Universo.

Las consecuencias de poner las riendas del poder en manos de superhéroes, en lugar de dejarlas a una humanidad consciente y responsable conforman el tema principal en la saga de Dune. En un famoso ensayo sobre los orígenes de la novela Frank Herbert dijo:

Se crean enormes problemas cuando los errores humanos se cometen en la escala de un superhéroe... Los héroes son un dolor, los superhéroes son una catástrofe. Los errores de los superhéroes nos llevan a la mayoría al desastre.

También dijo:

Tenía esta teoría de que los superhéroes son desastrosos para los humanos, de que aunque crearas a un héroe infalible, las cosas que este héroe pondría en marcha podrían caer en manos de mortales errantes. ¿Qué mejor forma de destruir una civilización, sociedad o raza, que poner en manos de un superhéroe las salvajes convulsiones que siguen a su juicio crítico y a su poder de decisión? Frank Herbert, Génesis de Dune, Omni Magazine, julio de 1980[6]​

Desde una perspectiva histórica, pueden encontrarse similitudes entre los eventos narrativos de Dune y otras grandes figuras mesiánicas de la Historia: el hecho de que un hombre nacido en el extranjero, proveniente de un viejo orden colonial, logre unir a dispersas y aguerridas tribus de nómadas religiosos del desierto, y ganar la libertad frente a un decadente poder Imperial es casi una imagen espejo de la Revuelta Árabe de Oriente Medio a comienzos del siglo XX, en la que un oficial británico, Thomas Edward Lawrence, movilizó a guerreros árabes para quebrar el poder del Imperio otomano en la península arábiga.[7]​

Ecología

La ecología cultural, término asociado con el antropólogo Julian Steward (1955), estudia las relaciones entre una sociedad dada y su medioambiente - las formas de vida y los ecosistemas que dan soporte a sus modos de vida. El argumento central es que el medioambiente es un factor principal que contribuye a la organización social y a otras instituciones humanas. En particular aquellas relacionadas con la distribución de la riqueza y el poder en una sociedad, y en como afecta a comportamientos tales como el acaparamiento o a la generosidad. Tras la publicación en 1962 del libro Primavera Silenciosa, de Rachel Carson llegó el primer toque de alarma medioambientalista sobre la llegada de la muerte del planeta debido a la actividad humana.

La concepción de un planeta como un complejo y casi viviente ser, la compleja descripción de la vida en Arrakis, desde el ciclo vital de los gigantescos gusanos de arena, para los cuales el agua es mortal, hasta las pequeñas formas de vida, ratones y halcones adaptados a la hostilidad del desierto forman un paisaje donde el hombre debe alcanzar un compromiso con su entorno. Los habitantes del planeta, los Fremen, se ven sometidos a uno de los ecosistemas más hostiles que se puedan imaginar, lo que conduce su cultura a focalizarse en la supervivencia y el reciclado: en un entorno tan pobre en recursos, nada puede desperdiciarse. Los fremen deben llegar a ese compromiso con su entorno sacrificando en parte su deseo de un planeta más húmedo en favor de los gusanos de arena que son tan importantes en su cultura y economía.

Otras novelas posteriores han seguido presentando ecologías complejas y únicas y su relación con la cultura humana, como la Trilogía marciana (1992) de Kim Stanley Robinson.

Eugenesia

La eugenesia defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención.[8]​ En 1965 los avances en genética iban abriendo una puerta a la revisión de la eugenesia como política aplicable, concepto duramente discutido y estigmatizado tras la experiencia de la Alemania nazi, cuando políticos y miembros de la comunidad científica internacional renegaron públicamente de muchas de las ideas sobre la «higiene racial» y los miembros «no aptos» de la sociedad.

Logo del Segundo Congreso Internacional de Eugenesia, 1921, representado como un árbol que unifica una diversidad de campos diferentes.

En Dune se da lo que se denomina eugenesia positiva, favorecer la reproducción de los considerados aptos genéticamente, frente a la eugenesia negativa que obstaculiza la de los "no-aptos". El programa genético que durante generaciones desarrolla la Bene Gesserit en busca de la consecución de un super-humano, el Kwisatz Haderach, sigue un esquema reproductivo según el cual establecen los individuos más aptos para procrear, según las características que se desean agregar, mejorar o reforzar en las diversas líneas genéticas que lo forman. Debido a un accidente imprevisto (el amor de Jessica Atreides por su Duque y su desobediencia a la Bene Gesserit al concebir un niño), el programa escapa a su control en sus últimas fases y Paul, un Kwisatz Haderach prematuro, sacude el imperio y el universo al reunir en su figura los poderes religioso, militar y político.

Economía, religión y política

La extrema dependencia económica del imperio respecto a la melange en Dune se centra en que este recurso, imprescindible para la realización de los viajes espaciales que permiten la supervivencia del tejido económico y social del mismo, tiene como única fuente en el universo los gusanos de arena de Arrakis. Esto plantea una situación de despotismo hidráulico, una dependencia respecto a un recurso en concreto cuya producción está concentrada en una sola fuente. En el anteriormente mencionado ensayo de Frank Herbert este afirmaba que la CHOAM es la OPEP, estableciendo así un paralelismo entre la melange y el petróleo.[6]​

La influencia de la religión en los movimientos sociales está reflejada en las manipulaciones de la Missionaria Protectiva con las que la Bene Gesserit busca la preparación del terreno que permita el surgimiento de un mesías que, reuniendo toda la sociedad a su alrededor, pueda alcanzar el poder.

Cuando una figura religiosa aparece amenazando la producción de melange, el tejido económico del imperio se ve amenazado, y el poder político cae. (Ver Mesianismo)

Cuando religión y política viajan en el mismo carro, y el carro es guiado por un hombre santo viviente (baraka), nada puede detenerle en su camino. Frank Herbert, Dune, Apéndice II: la religión de Dune.

El desierto

Dunas del desierto de Namibia similares a las imaginadas en el mundo de Dune.

El paralelismo entre melange y petróleo y el hecho de que los más importantes movimientos mesiánicos tuvieran su origen en el desierto convirtió este en el paisaje de la novela. De ese modo, la civilización de Dune se vio inspirada en la civilización árabe:

En la cultura occidental -dice Herbert-, cuando se habla de "Desierto" automáticamente aparece en la mente la idea "Arabia", así que recurrí al árabe para surtirme de la mayor parte de los nombres y términos lingüísticos, y para muchas otras cosas. Domingo Santos, Dune: De la ecología al mesianismo[9]​

El desierto en Dune es llevado al extremo: el agua es el bien más preciado. Toda la tecnología gira en torno a la recuperación del agua: destiltrajes para recuperar y reciclar el agua que exuda el cuerpo, trampas de viento para capturar la escasa humedad del ambiente. El agua es el elemento principal de cambio del planeta, siendo incluso la moneda de los Fremen, simbolizada en los anillos de agua. En un ambiente tan hostil, la tribu es el único refugio del individuo. El agua pertenece a la tribu, y el agua de los cadáveres debe ser reciclada y retornada a la tribu. Una de los máximas expresiones de dolor es el llanto, dar agua al muerto. Stilgar, el naib fremen, escupe sobre la mesa en señal de respeto al Duque Leto.


This content is from Wikipedia. GradeSaver is providing this content as a courtesy until we can offer a professionally written study guide by one of our staff editors. We do not consider this content professional or citable. Please use your discretion when relying on it.