Colmillo Blanco
El protagonista de la novela, hijo de Guercio y Kiche se llama Colmillo Blanco. Su nombre proviene del color de sus colmillos, que son muy blancos. Es muy resistente, tanto que es el único cachorro de sus cinco hermanos que ha sobrevivido al duro invierno de Alaska. Es capturado por un grupo de indios, liderados por Castor Gris. Sin su padre, que murió en un enfrentamiento con un lince, ni su madre, que fue vendida por los indios, Colmillo Blanco, ahora solo, tiene que resistir los ataques de los otros perros de trineo de Castor Gris.
Castor Gris
Es un indio y el primer maestro de Colmillo Blanco. Es severo, rudo y no muestra afecto por el perro, pero Colmillo Blanco le es leal, respetándolo por su superioridad. Sólo decide vender Colmillo Blanco a Hermoso Smith cuando se vuelve adicto al alcohol.
Hermoso Smith
Es el segundo maestro de Colmillo Blanco. Es un cocinero feo (el apodo es irónico) y malvado. Compra Colmillo Blanco de Castor Gris, que ahora está destrozado por la adicción al alcohol, y lo entrena violentamente para convertirlo en un feroz perro de pelea. Cuando Scott consigue atrapar y rescatar a Colmillo Blanco, el cocinero intenta llevárselo con una cadena de hierro y un palo, pero Colmillo Blanco le ataca brutalmente.
Weedon Scott
El tercer y último maestro de Colmillo Blanco. Es un buen tipo de California, un rico comerciante e inspector de minas del gobierno en Dawson City, Alaska. Paseando por casualidad, ve a Colmillo Blanco siendo golpeado por Hermoso Smith por haber perdido contra el bulldog Cherokee. Furioso, se enzarza en una furiosa pelea con Smith y lo derrota, comprando a Colmillo Blanco. Poco a poco y con mucha paciencia, hace que el lobo se dé cuenta de que también existe el afecto por el vecino y no sólo la violencia. Consigue, en el plazo de un año, ablandar a Colmillo Blanco, y regresa a California, llevándoselo consigo.