Amada

Amada Resumen y Análisis de Tercera Parte, Capítulo 26

124 se deteriora por dejadez porque Sethe le presta toda su atención a Amada. Amada y Sethe habían estado peleando por un tiempo. Amada acusaba a Sethe de abandonarla mientras que Sethe trataba de explicar porque mató a la niñita. Las cosas se tranquilizan cuando el suministro de comida disminuye.

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Desde que Sethe y Amada se involucraban solamente la una con la otra, Denver las vigilaba en forma protectora pero no esperaba que Amada constituyera una amenaza para Sethe. Cuando Amada se vuelve dominante, Denver sale al vecindario en busca de ayuda porque Sethe se está debilitando. Está pasando hambre para alimentar a Amada, cuyo estomago está creciendo cada vez más redondo al estar embarazada. Denver busca ayuda donde Lady Jones la mujer que dirigía la escuela informal a la que Denver había asistido por un tiempo cuando era niña. Lady Jones no la puede dar trabajo porque Denver no tiene ninguna formación profesional y Denver tiene miedo de estar lejos de casa durante mucho tiempo seguido porque Sethe y Amada podrían ocasionarse daño la una a la otra. Denver comienza encontrando comida, dejada por mujeres del vecindario, en el tocón afuera de 124. Da las gracias a cada persona que deja comida y al hacer eso Denver comienza a construir una vida fuera de 124.

Mientras tanto Amada se vuelve más dominante y Sethe más sumisa. Sethe se comporta de forma medrosa con Amada para lograr que se quede y para hacerla entender que tenía que matar a su bebe para evitar que fuera ensuciado.

“Cualquier blanco podía quitarte tu propia individualidad por cualquier cosa que se le ocurriera. No solo hacerte trabajar, matarte o mutilarte sino ensuciarte. Ensuciarte tanto que nunca más te volvería a gustar nada sobre ti mismo. Y a pesar de que ella y otros como ella lo vivieron y pudieron sobreponerse, ella nunca podría dejar que le pasara a los suyos. Lo mejor de ella, eran sus hijos. Los blancos la pueden ensuciar a ella, es verdad, pero no lo mejor de ella, lo mejor de ella, tan bello y mágico—la parte de ella que estaba limpia”. Capítulo 26, pág. 251

Denver decide buscar empleo con los Bodwin, unos abolicionistas que en un principio alquilaron 124 a Baby Suggs y que ayudaron tanto a ella como a Sethe a conseguir trabajo. Janey Wagon, su empleada negra que conocía a Baby Suggs y Sethe cuando llegaron a Cincinnati por primera vez interroga a Denver sobre su madre. Denver le cuenta honestamente del declive de Sethe pero le dice que Amada es una prima que cayó enferma cuando se encontraba de visita. Janey queda de acuerdo en conseguirle un trabajo a Denver quedándose durante las noches en casa de los Bodwin cuidándoles. Luego Janey les dice a todas las mujeres de la comunidad que la niñita asesinada de Sethe ha vuelto de entre los muertos para vengarse. Ella, que una vez fue amiga de Sethe, pero la evitó después del asesinato, reúne a treinta mujeres para rescatar a Sethe de lo que sea que la está embrujando. Se reúnen fuera de 124 para cantar y rezar mientras Denver espera en el porche a que la recoja Bodwin para su primer día de trabajo.

Cuando Amada y Sethe salen al porche para ver a las cantantes, Amada esta desnuda y Sethe lleva un picahielos que estaba utilizando para romper hielo para enfriar el cuerpo hinchado de Amada. Sethe está parada de pie en el porche cogiéndole la mano a Amada cuando ve el carromato de Bodwin detenerse frente a 124. Recordando a Schoolteacher y actuando con el objetivo de proteger a Amada, Sethe se abalanza sobre Bodwin con el picahielos, pero el grupo de mujeres la detiene. Amada piensa que el señor Bodwin viene buscándola y que es el hombre blanco que la mantuvo cautiva toda su vida. Viendo a Sethe alejarse corriendo de ella, cree que ha sido abandonada otra vez y desaparece.

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