Poemas de Antonio Machado

Poemas de Antonio Machado Símbolos, Alegoría y Motivos

La fuente y el agua (Símbolo)

La fuente y el agua funcionan dentro de la obra de Machado como un símbolo de la vida. Generalmente, el yo lírico siente que la fuente está dentro de sí, y que en ella no para de brotar el agua. Ese brotar constante simboliza la persistencia de la vida en el ser.

Por ejemplo: "Anoche cuando dormía/ soñé, ¡bendita ilusión!/ que una fontana fluía/ dentro de mi corazón// Di, ¿por qué acequia escondida,/ agua, vienes hasta mí/ manantial de nueva vida/ de donde nunca bebí?" ("Anoche cuando dormía", p. 35).

El camino (Símbolo)

El camino es el símbolo que aparece con más frecuencia en la obra de Machado. Simboliza el curso de la vida, la que va quedando atrás y la que está por delante. El camino se complementa, necesariamente, con el caminante, aquel que avanza en el curso de la vida.

El ejemplo más clásico de la utilización de este símbolo es, sin dudas: "Caminante, no hay camino/ se hace camino al andar" ("Caminante, no hay camino, p. 106). En este caso, el yo lírico afirma que el curso de la vida no está marcado, sino que se hace al vivir.

El jilguero (Símbolo)

En "Caminante, no hay camino", el yo lírico afirma: "Cuando el jilguero no puede cantar/ Cuando el poeta es un peregrino/ Cuando de nada nos sirve rezar/ Caminante no hay camino, se hace camino al andar" (p. 106). En este caso, el jilguero y su canto funcionan como un símbolo de la libertad. El hecho de que no pueda cantar connota algún tipo de opresión, así como el hecho de que el poeta no pertenezca a esa tierra, y que rezar no sirva de nada.

La tarde (Símbolo)

La tarde es, dentro de la obra de Machado, un símbolo de declive y decadencia. La aparición de la tarde significa el final del día, el final de la vitalidad y el ingreso a la oscuridad y la tristeza.

En "Caminos", por ejemplo, el yo lírico afirma: "De la ciudad moruna/ tras las murallas viejas/ yo contemplo la tarde silenciosa/ a solas con mi sombra y mi pena" (p. 86).

La sed o el agua (Alegoría)

En "Arde en tus ojos", el yo lírico le pregunta a su amada: "-¿Eres la sed o el agua en mi camino?-/ Dime, virgen y esquiva compañera" (p. 19).

En el primer verso citado hay una alegoría, es decir, un sistema de metáforas, comparaciones y/o símbolos que funcionan unidos. En este caso, el primer símbolo se encuentra en "sed" y hace referencia a lo que entorpece el recorrido en el camino. Luego, "agua" aparece como símbolo de vida, de aquello que ayuda a recorrer el camino. Finalmente, el "camino" es, como hemos visto, símbolo del curso de la vida.

Por lo tanto, a través de esta alegoría, el yo lírico le está preguntando a su amada si ella ayudará o complicará el desarrollo de su vida.