Las partículas elementales

Las partículas elementales Preguntas de Ensayo

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    ¿Quién es el narrador de Las partículas elementales, y qué focalización presenta?

    Como se revela en el epílogo, el narrador es un post-humano, una especie de nuevo humano, nacido en el laboratorio gracias a las teorías de Michel Djerzinski, uno de los protagonistas de la novela.

    La voz del narrador es realmente compleja; en algunos fragmentos se enuncia desde la primera persona, pero la mayor parte del relato se desarrolla en tercera persona, con una focalización múltiple. La focalización interna sigue la visión de mundo de Michel: mecánica y determinista. Estos pasajes presentan la irrupción del discurso explicativo del ámbito de las ciencias naturales y tratan de explicar el funcionamiento del mundo desde la física y la biología. Así, el narrador propone al lector una mirada sobre la sociedad y el individuo humano que se aproxima a los modos de entender el mundo de Michel, científico totalmente desconectado de sus emociones y de las subjetividades propias de los seres humanos.

    A su vez, la focalización interna se alterna también con el otro protagonista, Bruno, el medio hermano de Michel, un profesor de literatura obsesionado con el placer y que a sus 42 años repasa su vida sexual frustrada. Los capítulos dedicados a Bruno sirven al narrador para observar otras dimensiones de la vida humana que Michel no experimenta a raíz de su carácter solitario y una vida al margen de la sociedad.

    Además de esta doble focalización interna sobre los dos personajes, existe también una focalización externa que el narrador utiliza para despegarse de Bruno y de Michel y reflexionar sobre el contexto socio-histórico en el que se desarrollan sus vidas. Este abordaje le permite al narrador realizar una serie de observaciones sobre la cultura, las modas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y la constitución de la sociedad francesa después de la Segunda Guerra Mundial. Dichas observaciones son el complemento perfecto para encuadrar las vidas y las cosmovisiones de Michel y de Bruno en una perspectiva más amplia y comprender el sinfín de elementos que se conjugan para producir sus subjetividades tan particulares.

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    ¿Qué visión de las sociedades capitalistas neoliberales se presenta en la novela?

    En Las partículas elementales, Michel Houellebecq realiza una dura crítica al capitalismo tardío y el neoliberalismo económico, cuya lógica de mercado ha logrado determinar en las sociedades occidentales todos los aspectos de la vida. Así, el capitalismo tardío aparece como el pináculo de la mercanitlización y el intercambio, ya sea económico, sexual o de información, que produce en la población la falsa apariencia de libertad absoluta cuando en verdad la somete a relaciones sociales cada vez más controladas y privatizadas. Este sometimiento es sufrido por Bruno, por ejemplo, quien se encuentra obsesionado con la satisfacción inmediata de sus deseos sexuales. Michel Djerzinski, quien no siente deseos sexuales, le hace ver a su hermano que la principal estrategia del capitalismo es generar el deseo para poder luego explotarlo con promesas mentirosas de satisfacción.

    Para Michel y Bruno, que son una extensión del pensamiento de Houellebecq sobre este tema, la sociedad capitalista en la que viven está destinada al fracaso; su decadencia es evidente e irreversible. Por eso, Michel plantea que la única revolución capaz de salvar a las sociedades capitalistas debe darse en el plano de la biología y producir un nuevo ser humano, capaz de superar el egoísmo y la individuación que el capitalismo explota.

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    ¿Qué importancia le otorga Houellebecq a la religión en su novela?

    La reflexión en torno a la religión está presente en toda la novela y es discutida por sus protagonistas. Michel Djerzinski se pregunta, en más de una ocasión, si pueden existir sociedades sin religión. Para él, la religión es fundamental, en tanto y en cuanto otorga un marco ético y moral que cohesiona la vida en sociedad. Sin embargo, Djerzinski es consciente también del progreso de las ciencias y del materialismo filosófico, que han cuestionado las bases de las religiones tradicionales hasta casi destruirlas. Michel considera entonces la posibilidad de que en el futuro la ciencia se convierta en la gran religión de la humanidad.

    Además, Houellebecq utiliza al personaje de Bruno para mostrar su simpatía por el catolicismo, aunque él sea ateo. Para el escritor, el catolicismo es la más valiosa de las religiones tradicionales, especialmente por el lugar que ocupa en ella el concepto de la compasión, fundamental para determinar las relaciones afectivas entre seres humanos. Bruno manifiesta su simpatía por el Papa Juan Pablo II, sobre el que dice que es una de las primeras personas en comprender los cambios de valores éticos y morales en la segunda mitad del siglo XX.

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    ¿Cuál es la crítica que Houellebecq realiza a los movimientos sociales de Mayo del 68?

    Como parte de su ataque al capitalismo, Houellebecq arremete contra el movimiento de Mayo del 68 y los ideales de libertad sexual y de igualdad entre el hombre y la mujer que promovió y que se popularizó en la década de 1970. Desde su punto de vista, los ideales libertarios de dicho movimiento han causado en las sociedades occidentales el colapso de la moral y la destrucción de la estructura familiar tradicional. Como consecuencia, existe toda una generación de hijos que han sido abandonados por sus madres liberales (de lo que Bruno es un ejemplo) y que llevan adelante una vida cargada de frustraciones. Houellebecq añora esa familia tradicional y coloca a la mujer en el rol de madre protectora, negando cualquier otra posibilidad de desarrollo social para su género.

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    ¿Qué lugar parecen ocupar las mujeres en Las partículas elementales?

    El rol que cumplen las mujeres en Las partículas elementales es complejo y controvertido. Desde la perspectiva de Bruno, las mujeres están para satisfacer los deseos sexuales de los hombres o criar hijos; por eso, a aquellas que no satisfacen su deseo sexual suele despreciarlas y llamarlas putas. A esta perspectiva se suma Christiane, la pareja sexual de Bruno, que se presenta como antifeminista y ataca al feminismo abiertamente, considerando a las feministas unas locas que no saben lo que quieren, que destruyen la estructura familiar y luego se frustran por no tener un hombre en la casa. Este dúo también ataca las libertades obtenidas por las mujeres como consecuencia de los movimientos sociales de Mayo del 68 y añoran las estructuras familiares tradicionales, en las que la mujer cumple el rol de madre y esposa.

    Por otro lado, y contrapuesta a esta visión, Michel considera a las mujeres como evidentemente superiores a los hombres. Si las sociedades fueran matriarcales, piensa Michel, entonces la humanidad evolucionaría sin tantas turbulencias. Para Michel, el futuro es femenino.

    A pesar de estas dos visiones sobre la mujer, lo que queda claro es el esencialismo biológico de Houellebecq: para él, hombre y mujer son dos géneros biológicamente separados y totalmente diferentes; esta visión determinista elimina la influencia cultural sobre los roles de género y parece ignorar las relaciones de poder que se establecieron históricamente entre hombres y mujeres.