Pierre Jolivet
Es el protagonista de la historia. Se trata de un joven francés de 23 años que sostiene un vínculo amoroso con Michèle Duvernois. Pierre vive su romance con Michèle de manera obsesiva y fácilmente se sumerge en divagaciones y fantasías. Su principal preocupación es pasar tiempo a solas con ella y llegar a concretar el acto sexual. A lo largo del relato, Pierre comienza a tener una serie de visiones y sensaciones que no puede explicar, pero que lo confunden y perturban. En este contexto, su comportamiento hacia Michèle se vuelve cada vez más agresivo y termina violándola.
Al final del relato, el lector comprende, por medio de un diálogo que tienen Roland y Babette (amigos de Michèle), que el comportamiento extraño de Pierre y sus visiones se deben a la superposición de su personalidad con la de un alemán que en el pasado violó a Michèle.
Michèle Duvernois
Se trata de una joven francesa de 24 años que sostiene una relación con Pierre, el protagonista. Además, Michèle tiene dos amigos que son muy importantes en su vida: Roland y Babette.
Conforme avanza la historia, los actos extraños de Pierre le recuerdan a Michèle otra persona: un alemán que siete años atrás abusó de ella en Enghien. Este recuerdo le dificulta establecer un vínculo sano con Pierre, puesto que algunos comportamientos extraños de él le recuerdan ese oscuro episodio de su pasado. Cuando sus padres le dejan la casa sola, Michèle invita a Pierre a pasar unos días en su compañía. Sin embargo, una vez allí, Michèle lo confunde reiteradas veces con el alemán que la violó. Espantada por esta extraña situación, Michèle se encierra y llama a Babette para que venga a hacerle compañía. Luego, cuando Pierre se va de su casa, Michèle sube a su cuarto y espera la llegada de sus amigos. Sin embargo, antes de que estos lleguen, Pierre regresa, entra furtivamente a la casa y la viola.
Babette
Se trata de una amiga de Michèle e íntima amiga de Roland. Ellos tres, junto a Pierre y Xavier, conforman un grupo de amigos que se mueve en conjunto, aunque a Pierre y Xavier son los más periféricos de los cinco.
Siete años atrás, cuando Michèle fue violada por el alemán, Babette y Roland capturaron al agresor, lo llevaron a un bosque y lo asesinaron de un escopetazo en la cara. Al final del relato, ante la llamada de Michèle, Roland y Babette van a hacerle compañía pensando que el trauma de su amiga la está perturbando, sin saber que el alemán está volviendo a abusar de ella a través de Pierre.
Roland
Es un antiguo amigo de Michèle, íntimo amigo de Babette y colega de Xavier. Junto a Pierre, los cinco forman un grupo de amigos, aunque con Pierre es con quien menos vínculo posee.
En el pasado, Roland vengó junto a Babette el abuso que Michèle sufrió a manos de un alemán. Al final del relato, Roland y Babette se encuentran en una situación similar: ambos se dirigen a la casa de Michèle, quien ha sido violada por Pierre.
Xavier
Es el mejor amigo de Pierre y antiguo camarada de Roland. Se trata de un médico joven a quien Pierre recurre para pedir consejos cuando se siente mal. Xavier escucha los problemas que mortifican a su amigo e intenta desdramatizarlos para dejar tranquilo a Pierre.
León
Se trata del dueño del Bistró próximo a la casa de Pierre. En el momento en que Pierre se dirige al Bistró, se lo escucha a León hablar sobre la célebre carrera de ciclismo "Tour de Francia".
Edmond
Es el mesero de una cafetería. Cuando le lleva el café a Michèle se demora comentando sobre el "Tour de Francia".
El alemán
Se trata de un hombre que abusa de Michèle en Enghien. Por este motivo, Roland y Babette lo llevan a un bosque y lo ejecutan de un escopetazo en la cara. Años después y de forma inexplicable, este hombre se hace presente en Pierre: el joven francés tiene visiones, sensaciones, pensamientos y cambios de comportamiento que lo hacen sentir y pensar como el alemán. Finalmente, a través de Pierre, el alemán vuelve a violar a Michèle.
Bobby
Se trata del perro de Michèle, quien constantemente percibe los cambios en la conducta de Pierre y no para de ladrarle, tratando de alertar a su dueña del peligro que corre.
