Sonetos

Sonetos Símbolos, Alegoría y Motivos

Los múltiples jardines (Alegoría)

En el "Soneto XVI", el yo lírico exhorta al justo joven a que tenga un hijo a través de esta alegoría: “Gozan tus horas sumos esplendores/ y múltiples jardines sin cultivo/ tendrían con virtuoso afán tus flores/ que ofrecerán de ti el retrato vivo” (p. 41).

Una alegoría consiste en un conjunto de metáforas y/o símiles que funcionan unidas, como un sistema. En este caso, los "múltiples jardines sin cultivo" hacen referencia a las mujeres que querrían estar con el justo joven; las "flores", por su parte, representan metafóricamente a los hijos que este podría tener con ellas, y que serían idénticos a él.

El sentido de la alegoría se completa con el paralelismo metafórico entre cultivar un jardín del que nazcan flores y dejar embarazada a una mujer de la que nazca, por supuesto, un hijo.

El hambre y la abundancia (Alegoría)

En el "Soneto I", el yo lírico critica al justo joven por no querer compartir su belleza con quienes lo desean a través de esta alegoría: "Ocasionas el hambre donde reina abundancia" (p. 27).

La primera metáfora de esta alegoría se encuentra en la referencia al hambre, que representa metafóricamente el deseo irresistible de tener relaciones con el justo joven, mientras que la abundancia, que literalmente se refiere a la abundancia de alimento, metafóricamente remite al exceso de belleza del justo joven.

La idea de la alegoría es que el joven podría saciar con su gran belleza el irresistible deseo que genera en diferentes personas, pero es un egoísta que prefiere quedarse la belleza para sí mismo y dejar a los demás deseosos. Es como si fuera un hombre que tiene una gran cantidad de alimentos y, en lugar de compartirlos con la población hambrienta, se los queda todos para él.

El verano y el invierno (Alegoría)

En el "Soneto V", el yo lírico afirma: “Pues al verano el tiempo infatigable/ lleva hasta el torvo invierno, y lo confunde/ cuaja la savia, la hoja saludable/ la nieve oprime, y la flaqueza cunde” (p. 31).

En este caso, el paso del tiempo y la llegada de la vejez son expresadas a través de una alegoría. El verano representa metafóricamente la juventud, mientras que el invierno remite a la llegada de la vejez. Las hojas que pierden su savia representan la pérdida de la salud de las personas; la flaqueza de los árboles, a la pérdida de vigor. Finalmente, la nieve hace referencia a las canas que aparecen en el cabello.

El mar y el valor (Alegoría)

En el "Soneto LXXX", el yo lírico afirma: “Mas siento tu valor, como el mar, vasto/ soporta la ruin vela y la arrogante/ mi bajel, inferior al suyo, y basto/ por tu espacioso mar marcha constante” (p. 105).

El primer elemento de esta alegoría es la comparación entre el valor del justo joven y el mar, que, según el yo lírico, comparten la característica de ser vastos. El segundo elemento es una metáfora: la "ruin vela" representa al poeta rival que le dedica poemas al justo joven.

La idea del yo lírico es que el justo joven tiene un valor tan vasto que puede soportar al poeta rival con indiferencia, como el mar tolera, indiferente, la vela que lo surca con arrogancia. Esto se refuerza con la aparición del siguiente elemento de la alegoría: el bajel. A diferencia de la vela, el bajel es una embarcación mucho más grande y, por lo tanto, mucho más lenta, aunque estable, "constante".

Durante toda la parte dedicada al poeta rival, el yo lírico insiste en que su amor es constante y humilde en comparación con el del poeta rival, que apareció de repente (rápido como una vela). El bajel, por supuesto, representa metafóricamente al yo lírico y su modo de amar.

El juicio entre los ojos y el corazón (Alegoría)

El "Soneto XLVI" está enteramente conformado por una alegoría. La lucha interna del yo lírico entre amar platónica o carnalmente al justo joven está planteada como si fuera un juicio que enfrenta a dos litigantes: "los ojos" (representantes del amor carnal) y "el corazón" (representante del amor platónico). Los jueces del "pleito" son los pensamientos.

El soneto, por supuesto, está lleno de términos propios del derecho, como "pleito", "alegar", "derechos", "retinas defensoras", "partes en disputa".