Persépolis (Tomos 1-2)

Persépolis (Tomos 1-2) La censura artística en Irán

Persépolis es una obra que denuncia la brutalidad del régimen islamita y cuestiona la legitimidad del gobierno. Postula que el hecho de haber sostenido la guerra contra Iraq durante tantos años (incluso luego de Iraq ofreciera la paz) fue una estrategia del gobierno para mantenerse en el poder mientras morían cientos de personas diariamente. Además, como novela gráfica, desobedece al principio islámico de que no deben existir representaciones icónicas de la fe: el dibujo de Dios aparece en diferentes viñetas. Por estas y otras razones, Persépolis ha sido denunciada por los líderes religiosos de Irán, y su difusión ha sido prohibida en dicho país.

Ahora bien, para comprender con profundidad la situación actual del arte en Irán, se debe hacer primero un repaso histórico.

La Revolución iraní de 1979 alteró radicalmente la cultura del país; la revolución es también llamada, precisamente, Revolución Cultural. Antes de ese año, el país era gobernado por el sha, Mohammad Reza Pahlavi, quien estaba en el poder gracias al apoyo de países occidentales como Estados Unidos e Inglaterra, y quien fomentó, justamente, la occidentalización de la cultura persa. Persépolis demuestra constantemente que Irán es un país tanto occidental como oriental, y ese es, precisamente, uno de sus conflictos constitutivos. La extrema desigualdad social generada durante el reinado del sha impulsó a gran parte de la sociedad a rebelarse hasta lograr su derrocamiento en 1979.

La Revolución iraní se impuso como un régimen religioso que instituyó la sharía (también llamada “ley islámica”) como ley suprema. La sharía dictamina que la educación, la cultura y el arte occidental deben estar radicalmente prohibidos. En los inicios del régimen, el ayatolá (líder político-espiritual) iraní, Ruhollah Jomeini, proclamó que las expresiones de occidentalización violaban los valores de la juventud del país y sofocaban su espíritu virtuoso y valiente. Desde los inicios del régimen, las expresiones y actividades artísticas están estrictamente reguladas y, ante cualquier indicio de occidentalidad, son prohibidas.

Para exhibir una obra de arte, lanzar un álbum o una película, e incluso utilizar una fotografía con fines periodísticos, primero se debe obtener el permiso del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica. El permiso es difícil -si no imposible- de obtener para todos aquellos que no realicen una obra estrictamente islámica. Según parte de la crítica, esto ha llevado al pueblo iraní a menudo a autocensurarse por temor al encarcelamiento e, incluso, la ejecución. Esto ha generado, según estos críticos, que el actual régimen haya interrumpido, en definitiva, el flujo de la larga e importantísima cultura persa.

El arte, sin embargo, sigue existiendo en Irán. Otra parte de la crítica argumenta que la censura, en realidad, ha favorecido la producción artística, aunque esta debe encontrar medios clandestinos de difusión. Ante la opresión, los artistas se volvieron más audaces y confrontativos. Persépolis es tomada como uno de los ejemplos más importantes de esta rebelión artística en contra del régimen islámico, aunque no se haya publicado en Irán.

Existen otros artistas que se han animado (y lo siguen haciendo) a desafiar al régimen dentro de las fronteras iraníes. La banda de techno-rock The Plastic Wave es un ejemplo actual. The Plastic Wave no solo toca música que tiene un sonido marcadamente occidental, sino que sus letras hablan directamente en contra del gobierno y sus políticas represivas.

Irán también tiene una importante tradición cinematográfica y, aunque el cine está fuertemente regulado y censurado, ciertas películas controvertidas han logrado tener éxito (sobre todo a nivel internacional) pese a las amenazas del gobierno. Canciones de la tierra de mi madre, de Bahman Gohbadi, es un ejemplo reciente. Esta película examina críticamente la vida de los pobres en la frontera entre Irán e Irak. Su director ha estado bajo severa observación por parte del gobierno dado que, además de ser crítico del régimen, ha manifestado su apoyo a las mujeres y su lucha por liberarse de los dogmas islamitas.