Niebla

Corriente literaria

Para inicios del siglo XX, el positivismo comenzó a perder fuerza debido a que los principios que se habían asentado como verdades absolutas comenzaron a ponerse en duda; estos cuestionamientos se dieron en los ámbitos filosófico e historiográfico, en los cuales se presentó una crisis epistemológica: los pensadores de la primera disciplina llegaron a la conclusión de que el hombre era completamente incapaz de alcanzar la verdad y de conocer todo aquello que fuera válido universalmente, y los de la segunda afirmaron que conocer la verdad absoluta acerca de los hechos históricos era imposible de conseguir.[10]​

Con estos cambios en el pensamiento intelectual, el realismo y el naturalismo también perdieron fuerza después de ser el modelo novelesco por excelencia hasta entonces. Los autores ya no estaban interesados por captar el exterior que envolvía a los personajes, prefirieron enfocarse en la interioridad del individuo, de ese sujeto que estaba en la búsqueda de su propia verdad y que intentaba comprender su realidad. Esta nueva narrativa recibió el nombre de modernismo.[11]​

C. A. Longhurst dice que el periodo modernista europeo se puede dividir en dos etapas, donde la primera abarcaría desde la década de 1890 hasta la Primera Guerra Mundial, y la segunda del término de esta al inicio de la Segunda Guerra Mundial (respecto a Europa) o hasta la Guerra Civil (en España). En la primera fase, se puede apreciar la transformación de la novela realista y su cambio del enfoque externo (social), al interno (psicológico), estos cambios comenzados, principalmente, por Galdós y Pardo Bazán, se vieron afianzados por los escritores de la Generación del 98, que si bien no se separaron completamente del contexto social, sí negaron que este fuera “el punto de referencia del individuo”[12]​ pues los modernistas dejaron de considerar a la novela como una herramienta que permitía reflejar la sociedad y prefirieron centrarla en la subjetividad.

Según la clasificación de Longhurst, Niebla se sitúa en la segunda etapa del modernismo junto a obras como Doña Inés de Azorín y Tirano Banderas de Valle-Inclán. Como principales características de estos escritos, se puede apreciar la atenuación del argumento, una caracterización menos profunda de los personajes y una mayor flexibilidad en cuanto a la forma misma de la novela; esta comienza a explorar todas sus posibilidades por lo que se vuelve más lúdica y autorreferencial.[13]​


This content is from Wikipedia. GradeSaver is providing this content as a courtesy until we can offer a professionally written study guide by one of our staff editors. We do not consider this content professional or citable. Please use your discretion when relying on it.