La montaña mágica Citas

Citas

"Un modesto joven se dirigía en pleno verano desde Hamburgo, su ciudad natal, a Davos Platz, en el cantón de los Grisones. Iba allí a hacer una visita de tres semanas.
Pero desde Hamburgo hasta aquellas alturas, el viaje es largo; demasiado largo, en verdad, con relación a la brevedad de la estancia proyectada".

Narrador. Comienzo de la novela.

Esta cita está constituida por las frases iniciales de la novela de Thomas Mann. El joven al que se hace referencia es Hans Castorp, el protagonista de la historia. El viaje que realiza es hacia un sanatorio emplazado entre las montañas. Allí planea visitar a su primo durante tres semanas, como bien se aclara en la cita. Sin embargo, la estancia se proyecta mucho tiempo más del esperado inicialmente.

"¿Pero cuál es realmente la causa de ese debilitamiento y esa oxidación del organismo que resultan de la monotonía? No se trata de un cansancio y un desgaste físico y químico, fruto de las exigencias de la vida (pues para remediarlo bastaría con el reposo), sino más bien de algo espiritual: la conciencia del paso del tiempo, que, ante la monotonía ininterrumpida, corre el riesgo de perderse y que está tan estrechamente emparentada y ligada a la conciencia de la vida que, cuando la una se debilita, es inevitable que la otra sufra también un considerable debilitamiento. Se han difundido muchas teorías erróneas sobre la naturaleza del hastío".

Narrador. Punto de vista de Hans. Apartado titulado "Excurso sobre la conciencia del tiempo".

En esta cita podemos apreciar las reflexiones que Hans realiza sobre el tiempo, así como sobre la monotonía y la sensación de hastío. El protagonista se refiere a una cuestión espiritual y no a un mero cansancio físico. Plantea que el hastío -o cansancio y desánimo- aparece cuando se vive de un modo tan monótono que el paso del tiempo no tiene ningún peso, ninguna importancia, a tal punto que todo sucede muy rápido. En cambio, si se viven experiencias novedosas, con intensidad y capacidad de sorpresa, el paso del tiempo se hace lento, pero en un buen sentido. Es decir, se aprovecha al máximo cada vivencia.

"Ha caído. No; se ha lanzado cuerpo a tierra porque le acechaba un perro infernal, un inmenso obús, un repugnante chorro de fuego salido del abismo. Está boca abajo, con la cara en el barro fresco y las piernas abiertas. El producto de una ciencia enloquecida, cargado del peor de los horrores, penetra oblicuamente en el suelo a treinta pasos de él, como el diablo en persona, y estalla con un espantoso alarde de fuerza, levantando una fuente de la altura de una casa… una fuente de tierra, fuego, hierro, plomo y humanidad en pedazos".

Narrador. Final de la novela.

El narrador sigue los pasos de Hans en la guerra. Su larga estancia en el sanatorio ha terminado por motivos políticos y bélicos. Un joven que prefería dedicarse al ocio, las letras y la música, termina participando de una terrible matanza. El narrador, cual si fuese una voz en off de una película, describe casi poéticamente el uso de la tecnología en pos de objetivos violentos e inhumanos. La novela termina con Hans boca abajo en la tierra, presuntamente muerto. Luego el narrador lo saludará, con un gesto ambiguo y melancólico.

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