La Celestina

La Celestina Lista de Personajes

Calisto

Es el único protagonista masculino. Se trata de un joven de unos 23 años, de linaje noble o hidalgo. Tiene una buena posición económica y vive junto a sus criados. No conocemos a los miembros de su familia. Está perdidamente enamorado de Melibea desde el primer momento en que la ve. El amor lo deja atontado, como enfermo o como loco, sin razón y dispuesto a cualquier cosa por la doncella. Su carácter es un tanto egoísta e inseguro. Además, es un soñador; tiene dificultades para distinguir la realidad de los sueños. Por esos motivos, es manipulable y ridículo. El enamoramiento lo lleva a comportarse de manera caprichosa, con exageraciones, enojos y falta de moderación. Además, se la pasa sufriendo por este amor. No se preocupa por disimular la pasión que siente por Melibea, pero debe encontrarse con ella a escondidas, para no manchar la reputación de la joven. Muere de una manera absurda: cae de una escalera mientras intenta escapar del cuarto de su enamorada sin que nadie lo vea.

Melibea

Es una de las protagonistas femeninas de la obra. Se trata de una joven doncella, de unos 20 años, que pertenece a una familia rica. Es la única hija de Pleberio y Alisa. Al comienzo de la obra es inocente, virgen y respetuosa de los valores inculcados por sus padres. Por eso, no se entrega de inmediato al amor de Calisto. Sin embargo, es un personaje que cambia mucho en el transcurso de la obra, ya que mediante el trabajo de Celestina, se deja seducir por el joven y se enamora de él. La intensidad de su amor y su pasión es también muy alta, al punto que pierde su virginidad sin haberse casado y con ello condena su reputación. Al conocer que Calisto ha muerto, le cuenta toda la verdad a su padre y se suicida. Según su amante, ella tiene una hermosura perfecta, el aspecto físico de la mujer ideal de la época. De acuerdo con su descripción, tiene el cabello dorado, largo, fino; los ojos verdes; rasgos delicados; el pecho alto; la piel blanca y tersa. Para sus padres, por otra parte, es una "joya"; una joven honesta, hermosa, rica y de alto linaje.

Celestina

Es la otra protagonista femenina. Se trata del personaje que mayor centralidad muestra, al punto tal que la obra es reconocida por su nombre. Es una mujer anciana, de unos 60 años, de origen pobre; pertenece a los sectores bajos de la ciudad. Sin embargo, tiene su propia casa, en la que vive junto a mujeres jóvenes que trabajan como prostitutas y atienden sus necesidades y órdenes. Tiene muchos oficios: es alcahueta, prostituta, hechicera, curandera, partera; fabrica y vende hilados, perfumes y otros preparados; y es reconocida por crear "virgos", es decir, hace pasar por vírgenes a jóvenes que no lo son. Se muestra orgullosa de ejercer estos oficios, que le permiten conocer las intimidades de los otros personajes y elementos de la naturaleza humana. Tiene un aspecto físico singular: es gorda y vieja, tiene la piel arrugada, el cabello canoso, barba y ha perdido la dentadura. Usa faldas demasiado largas, que indican su vejez y su falta de belleza. Bebe alcohol con frecuencia. Es inteligente, manipuladora, codiciosa y falsa. Sabe usar muy bien el lenguaje para persuadir y engañar a los demás y de ese modo conseguir lo que se propone. Su avaricia es tal que traiciona a Sempronio y Pármeno y esto la lleva a la muerte.

Pleberio

Es el padre de Melibea. Es un hombre rico de 60 años. Representa la figura del hombre burgués de la época. Está casado con Alisa y juntos tiene una gran casa. Adoran a su hija; creen que es lo más valioso de sus vidas. El hombre considera que la joven es una "joya" y confía en que se mantiene honesta, inocente y virgen. Este personaje es poco relevante durante el desarrollo de la obra, pero crece mucho en los últimos actos. De hecho, pronuncia el "planto" final, las palabras de sufrimiento con que se cierra el último auto tras la muerte de Melibea.

Alisa

Es la madre de Melibea y esposa de Pleberio. Es sumisa ante el marido, pero firme con la hija cuando advierte que Celestina puede engañarlas. Sin embargo, confía en la joven y no la controla. Al igual que su marido, cree que Melibea sigue siendo inocente y virgen hasta el final de la obra. Trata a Celestina con falsa amabilidad, ya que la desprecia por su origen pobre y sus oficios.

Sempronio

Es uno de los criados de Calisto. Lo acompaña a todos lados y es su confidente. Sin embargo, no se comporta con lealtad. Es burlón, ambicioso y agresivo. Su codicia lo lleva a asociarse con Celestina para aprovechar el enamoramiento de Calisto y sacarle dinero. Al igual que la alcahueta, usa el poder de la palabra para persuadir y manipular. Es amante de Elicia. Junto a Pármeno, mata a Celestina cuando ella los traiciona. Muere prendido por la justicia.

Pármeno

Es otro criado de Calisto. Es fiel y leal a su amo, al menos al inicio. Trata de protegerlo de los engaños de Celestina, de quien desconfía. Es huérfano. Su madre ha sido muy amiga de Celestina; han trabajado juntas como prostitutas. Para hacerlo cambiar de opinión, Celestina le cuenta sobre esa amistad del pasado y le ofrece el amor de Areúsa, que se convierte en su amante. Entonces, Pármeno termina uniéndose al plan de Sempronio y Celestina para obtener riquezas de Calisto. Tiene un carácter bonachón y débil, que lo hace fácilmente manipulable. Finalmente, se suma a la venganza de Sempronio cuando la alcahueta los traiciona y, juntos, la matan. Muere prendido por la justicia.

Claudina

Es la madre de Pármeno. Ha sido amiga y compañera de Celestina; han trabajado juntas como prostitutas. Fallece cuando Pármeno es un niño.

Sosia

Es otro criado de Calisto. Aparece en escena cuando la justicia prende a Pármeno y Sempronio. Acompaña a su amo y lo protege en los últimos encuentros con Melibea. Se muestra leal y confidente, pero un tanto chismoso. Está al tanto de todo lo que ocurre y comparte esas novedades con otros personajes. Tiene una relación con Areúsa, quien logra sacarle información.

Tristán

Es otro criado de Calisto. Aparece en escena cuando la justicia prende a Pármeno y Sempronio. Acompaña a su amo y lo protege en los últimos encuentros con Melibea. Se muestra fiel y leal. Se lamenta profunda y honestamente cuando Calisto muere.

Elicia

Es una joven que vive con Celestina, atiende sus necesidades y trabaja como prostituta bajo su protección. Tanto su aspecto como su personalidad denotan sensualidad y lujuria. No responde a los mandatos de reserva y castidad para las doncellas de la época. Ella debe trabajar por pertenecer a los sectores bajos de la ciudad. Celestina la usa para seducir a los criados de Calisto y manipularlos según sus propios intereses.

Areúsa

Es otra joven que trabaja como prostituta bajo la protección de Celestina. Es muy cercana a Elicia; se consideran hermanas o primas. Al igual que ella, tiene una personalidad y un cuerpo que denotan sensualidad y lujuria. Tampoco responde a los mandatos de reserva y castidad para las doncellas de la época. Ella también debe trabajar por pertenecer a los sectores bajos de la ciudad. Celestina la usa para seducir a los criados de Calisto y manipularlos según sus propios intereses.

Crito

Es un personaje mínimo; tiene un pasaje muy instantáneo por la obra. Se trata de un amante de Elicia. Celestina ayuda a la joven para mantener esa relación en secreto y que Sempronio no se entere.

Lucrecia

Es una joven criada de Pleberio. Atiende especialmente a Melibea. Entre ambas hay una relación amistosa. Lucrecia es dulce y se preocupa por protegerla. Guarda sus secretos e intenta darle los mejores consejos. Percibe las emociones de su ama y la acompaña hasta el último momento. Es familiar de Elicia, lo cual facilita la entrada de Celestina en la casa de Melibea.

Centurio

Es un rufián, un malhechor. Está enamorado de Areúsa, quien se aprovecha de eso para pedirle que vengue la muerte de Celestina. Él acepta pero no cumple con la promesa, sino que envía a Traso al encuentro de Calisto.

Traso

Es otro rufián, conocido de Centurio. Le dicen "el cojo". Centurio lo manda a hacer su trabajo e intimida a Calisto cuando este escapa de la casa de Melibea.