La Campana de Cristal

La Campana de Cristal Resumen y Análisis de Cuarta Parte, Capítulo 16

La habitación de Joan es como la de Esther. Ella estaba trabajando en un empleo en una fraternidad como los masones. Ella lo odiaba porque le hacía doler sus pies después de un día de trabajo. Se le hinchaban en sus zapatos que probablemente no eran los adecuados para estar de pie todo el tiempo. Ella realmente no renunció al empleo, simplemente dejó de presentarse a trabajar. Fue a ver a un psiquiatra y antes de saberlo, estaba sentada delante de la gente viendo su sesión de consejería. Le dijo al doctor que odiaba su trabajo y que quería matarse. Él le prescribió terapia de grupo. Ella le envió al médico una nota de replica. El día que le envió la nota, leyó un artículo sobre la desaparición de Esther. Ella saca el artículo y se lo muestra a Esther. Tiene una fotografía del tiempo que pasó en Nueva York. Hay más artículos. El siguiente artículo narra el hallazgo de que no se encontraban las pastillas para dormir, y el último muestra su rescate del agujero en el sótano. Después de leer estos artículos, Joan tomó un avión a Nueva York y se cortó las venas de sus muñecas en una ventana rota. Esther responde a la historia con Joan manifestando: "Pero ahora estas bien". Capítulo 16, pág. 164. Joan dice que lo está y cree que Esther también está bien.

Esther se duerme después de una cena y es despertada por alguien que le quita el reloj. Ellos le dicen que había tenido una reacción a la medicación, y estuvo golpeando en su cama y gritando. Después de haber sido sujetada por dos personas, Esther se calma. La Dra. Nolan le pregunta sobre el episodio y se alegra de saber que Esther se siente mejor. La Dra. Nolan tiene otras noticias para ella. Esther tiene miedo de que se le den malas noticias, pero la Dra. Nolan simplemente le dice que no va a permitir que reciba más visitas por un tiempo. Esther se siente feliz por ello. Ha tenido muchos visitantes. Desde un profesor de ingles de la escuela secundaria a un ministro unitario, no podría soportar más visitantes. Todos ellos la hicieron sentir más nerviosa y loca. Esa tarde, antes del episodio, su madre había ido a visitarla. Su madre siempre se presentaba cuando todo iba bien. Ella siempre arruinaba su estado de ánimo. Cada vez que venía, le suplicaba mejorar, queriendo saber en que se había equivocado como madre. Esto hacía que Esther se sintiera mal. Ese día su madre le había traído flores. Al comienzo Esther no comprende por qué, pero cuando su madre le dijo que era su cumpleaños, ella tiró las flores en la basura. Esther le dice a la Dra. Nolan que ella odia a su madre y la Dra. Nolan no la regaña, más bien responde: "Supongo que sí". Capítulo 16, pág. 166.

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