Kentukis

Kentukis Resumen

Desde su computadora en Lima, Perú, y como regalo de su hijo que vive en Hong Kong, Emilia empieza a controlar a una kentuki conejita en el departamento de Eva, en Erfurt, Alemania. Emilia desarrolla mucho cariño por la chica, y por esto le preocupa la presencia en el departamento de Klaus, a quien considera peligroso. Emilia comienza a hablar por teléfono con el hombre, aunque ninguno entiende el idioma del otro. Al cabo de un tiempo, Emilia incorpora a su vida un kentuki igual al que ella maneja en Erfurt, y con el cual intenta trabar una relación afectiva.

Lejos de su Mendoza natal, Alina acompaña a Sven, su novio danés, en una residencia para artistas en Vista Hermosa, México. Para distraerse de sus celos adquiere un kentuki cuervo. En cuanto la relación entre ella y Sven empeora, Elina somete al kentuki a torturas.

En Antigua, Guatemala, y en horas que debería dedicar a estudiar, Marvin controla un kentuki dragón expuesto en un comercio de un pueblo nórdico. Logra salir de ese reducto gracias a la mujer que limpia la tienda, y a un joven hacker que lo hace parte de un club de liberación de kentukis. Allí lo contactan con otros kentukis liberados y le facilitan la supervivencia en libertad. El sueño de Marvin es conocer la nieve.

En Umbertide, Italia, Enzo adquiere un kentuki topo para su hijo Luca por indicación de su ex-esposa, quien considera que el muñeco ayudará al niño a superar el divorcio de sus padres. Sin embargo, es el propio Enzo el que se encariña con el peluche, mientras que Luca lo rechaza. Un mes después, Enzo se niega a descartar el muñeco cuando su ex-esposa le advierte sobre las noticias de pedófilos detrás de las conexiones.

En Zagreb, Croacia, Grigor se dedica a la venta de conexiones preestablecidas entre tarjetas de conexión y kentukis. Así, burla el sistema diseñado para que ningún usuario pueda elegir el kentuki que le tocará manejar. Grigor trabaja en su casa, con numerosas tablets, manejando muchos kentukis a la vez y realizando informes para su venta. A partir de un momento trabaja junto a Nikolina. Esta encuentra, por vía de un kentuki, a una adolescente secuestrada por una red de trata en un pueblo de Brasil. Juntos, logran rescatarla.

Finalmente, en la exposición de Sven, en una gran pantalla, Alina se ve a sí misma desde la perspectiva del kentuki al que torturó. Por otra parte, la coneja de Emilia se comunica con Eva y Klaus para advertirles la peligrosa obsesión que la jubilada tiene con ellos. Marvin intenta hacer llegar su kentuki a la nieve, pero no logra sostenerse en la camioneta que lo conduce hasta allí. En Umbertide, cuando una voz masculina y lasciva llama a la casa preguntando por Luca, Enzo se da cuenta de que su ex-esposa tenía razón al sospechar que tras el kentuki se escondía un pedófilo. Desde Croacia, tras devolver a la adolescente secuestrada a su casa, Grigor descubre que fue el padre quien vendió a la niña a la red. Esto le hace decidir abandonar para siempre las conexiones de kentukis.