Ilíada

Ilíada Metáforas y Símiles

“Néstor, suave en el hablar, elocuente orador / de los pilios, de cuya boca las palabras fluían más / dulces que la miel” (1.248-250) (Metáforas y símil)

En esta cita, Homero utiliza dos metáforas para describir a Néstor y el peso que tienen sus palabras en los demás. Así, es un personaje “suave en el hablar” y con una oratoria dulce como la miel. Así, subraya el hecho de que se le consideraba un orador persuasivo: sus palabras fluyen suavemente de forma similar a la de un arroyo que corre continuamente. Esto da cuenta de que es un disertador experto, que maneja el arte de la oratoria de manera fluida, sin trabarse, y logrando la compresión de su audiencia.

“Como el / que descubre un dragón en la espesura de un monte / se echa con prontitud hacia atrás, tiémblanle las car- / nes y se aleja con la palidez pintada en sus mejillas, / así el deiforme Alejandro, temiendo al hijo de Atreo, / desapareció en la turba de los altivos teucros” (3.33-37) (Símil)

En esta cita, el encuentro entre Paris Alejandro y Menelao es comparado con el cruce entre un dragón y un hombre. Así, Menelao encarna la crueldad y el terror de la fiera, mientras que Paris huye de él como si fuera verdaderamente un ser sobrenatural. Para entender el efecto que Menelao tiene en el príncipe troyano, es fundamental recordar que ambos se disputaban el amor de Helena. En esta comparación, Paris es representado como un cobarde, que se atemoriza ante la presencia del legítimo esposo de Helena. Su desaparición en “la turba de los altivos teucros” permite ver su incapacidad para afrontar los conflictos y su voluntad de difuminarse anónimamente entre los otros guerreros.

“Los troyanos son muy tímidos; pues si no, / ya estarías revestido de una túnica de piedras por / los males que les has causado” (3.56-57) (Metáfora)

En esta cita, Héctor utiliza una metáfora para amenazar a Paris Alejandro. Así, la “túnica de piedras” remite al acto de la dilapidación. Según Héctor, este es el castigo necesario que debería merecer el príncipe troyano por huir del frente de la batalla. A pesar de que Paris es su hermano, el héroe no duda en subrayar la cobardía e inutilidad del personaje.

“‘¡Inflexible hijo de Peleo! / Sin duda tu madre te nutrió con hiel” (16.203-204) (Metáfora)

En esta frase, Aquileo utiliza una metáfora para describirse a sí mismo. La “hiel” como alimento daría cuenta de su carácter amargo y vengativo, que le impidió perdonar a Agamenón y lo obligó a retirarse del campo de batalla. Así, esta metáfora pone de manifiesto la crueldad despiadada de Aquileo.

“(...) así los / perros como los pastores gritan mucho a su alrede- / dor, pero de lejos, sin atreverse a ir contra la fiera / porque el pálido temor los domina: de la misma ma- / nera ninguno tuvo bastante ánimo en su pecho para / salir al encuentro del glorioso Menelao” (17.65-70) (Símil)

En esta cita, el poeta utiliza un símil para describir los efectos de Menelao en el ejército enemigo. Así, el guerrero aqueo genera en sus rivales el mismo terror que una fiera salvaje a la que nadie se anima a enfrentar. Por otra parte, los troyanos son representados como perros y pastores; estos términos, pertenecientes al mundo de la naturaleza, dan cuenta de la docilidad y el temor que sienten frente a la presencia de Menelao.