Diarios de motocicleta

Nacimiento, infancia y adolescencia

Partida de nacimiento de Ernesto Guevara.Ernesto Guevara empezando a caminar (1929)

Ernesto «Che» Guevara fue el mayor de los cinco hijos de Ernesto Guevara Lynch (1900-1987) y Celia de la Serna (1906-1965). Ambos pertenecían a familias de la clase alta en Argentina.[12]​ Un tatarabuelo paterno, Patricio Julián Lynch y Roo, fue considerado el hombre más rico de Sudamérica. Aunque diferentes biografías del luego llamado Che Guevara y el relato de la propia familia[13]​ atribuyen a su madre ser descendiente de José de la Serna e Hinojosa, último virrey español de Lima,[14]​ esta circunstancia se revela inverosímil ya que el virrey José de la Serna murió sin dejar descendientes. Celia de la Serna descendía del también español Juan Manuel de la Serna y de la Quintana (de origen cántabro, nacido en Ontón),[15]​ quien se trasladó al Virreinato del Río de la Plata a finales del siglo XVIII, radicándose en la ciudad de Montevideo, donde se casó en 1802 con Paula Catalina Rafaela Loaces y Arandía.[16]​ Según el genealogista Narciso Binayán Carmona,[17]​[18]​ era descendiente del conquistador, explorador y colonizador español Domingo Martínez de Irala (1509-1556) y Leonor "Ivoty'i Ju" Moquiracé, indígena guaraní que fue integrante del harén personal de aquel.[19]​[20]​

Ocasionalmente Ernesto hace mención en sus escritos a sus ancestros:

Seguro que yo heredo lo socarrón que hay en mí de ese vasco Guevara que llegó con Mendoza, o de cualquier gaita turrazo que se coló en mi árbol genealógico macerando dulces indias guaraníes; porque de mis ancestros irlandeses y guaraníes no lo he heredado. Tan truculentos son los unos como los otros, aunque los guaraníes aderecen su truculencia con mucha simpatía... Este nombre de Ayacucho en quechua significa Valle de la Muerte. Aquí mismo, mi tatarabuelo materno, el virrey De la Serna, se chupó una gran paliza. Ernesto Guevara[21]​

La familia nuclear que integraba con sus padres y hermanos estaba socialmente ubicada en la clase media alta. Su padre, Ernesto Rafael Guevara Lynch, llevó una vida económicamente desahogada gracias a las rentas que obtenía de la herencia recibida de sus padres.[22]​ Al nacer su hijo, acababa de comprar junto con parte de la herencia de su esposa, una importante plantación de yerba mate en Caraguatay, una zona rural de la provincia de Misiones, en el área de Montecarlo, a unos 200 km al norte de la capital Posadas, sobre el río Paraná. Durante ese periodo, los trabajadores de los yerbatales, conocidos como mensúes, enfrentaban condiciones de trabajo extremadamente difíciles,[23]​ [24]​ como ilustra la novela El río oscuro, de Alfredo Varela, sobre la que se realizó la película Las aguas bajan turbias, ambientada en el trabajo de los yerbatales de aquellos años. La propiedad fue bautizada con el nombre de La Misionera y su explotación llevó a instalar luego un molino yerbatero en Rosario.[13]​[25]​ Los Guevara también obtenían ingresos del astillero Río de la Plata, que era propiedad de varios miembros de su familia y estaba ubicado en San Fernando, hasta que resultó incendiado en 1930. Sin embargo, estos negocios no permitieron a la familia prosperar lo suficiente, por lo que resolvieron la venta del yerbatal, en la década de 1940, para instalar una inmobiliaria y comprar una casa en Buenos Aires. En Córdoba, Ernesto padre instaló con un socio una empresa de construcción civil que quebró en 1947. En 1948 recibió otra importante herencia tras la muerte de su madre, Ana Isabel Lynch Ortiz. Algunas biografías le atribuyen incorrectamente el título de ingeniero e ideología socialista. Se volvió a casar y tuvo tres hijos. En 1987 escribió un libro con el título Mi hijo el Che.

Celia de la Serna pertenecía a una familia tradicional[26]​ de grandes estancieros bonaerenses. Su padre se suicidó cuando ella tenía dos años y su madre murió cuando tenía quince.[27]​ Quedó entonces al cuidado de su hermana Carmen y una tía. Perteneció a una generación de mujeres argentinas de clase alta progresistas que promovieron el feminismo, la libertad sexual y la autonomía de las mujeres, cuya más fiel representante fue Victoria Ocampo.[13]​

Los padres del Che se casaron el 10 de diciembre de 1927, cuando Celia se encontraba embarazada de tres meses. El hecho era visto con reservas por la sociedad de aquellos años, pero también indica una actitud poco conservadora por parte de sus padres y sobre todo por parte de su madre,[28]​ a pesar de que pocos años antes había estado a punto de convertirse en monja.[29]​

En 1948 se separaron, aunque siguieron viviendo bajo el mismo techo. Después de Ernesto, tuvieron cuatro hijos más: Celia (n. 1929), Roberto (n. 1932), Ana María (1934-1990) y Juan Martín (n. 1943).

Los padres de Ernesto se mudaron frecuentemente, lo cual marcó su niñez y juventud. Hasta dejar la Argentina definitivamente en 1953, la familia del Che tuvo al menos doce domicilios en Buenos Aires, Caraguataí, San Isidro, Alta Gracia y Córdoba.

Nacimiento

Puerta del edificio de Entre Ríos 480, en la ciudad de Rosario. En el quinto piso se encuentra el apartamento donde vivió por pocas semanas el Che Guevara.

Ernesto Guevara nació en la ciudad argentina de Rosario, en la provincia de Santa Fe, en 1928. En la partida de nacimiento se indica que sus padres declararon que había nacido el 14 de junio, pero según otras fuentes, nació el 14 de mayo de 1928, exactamente un mes antes.[1]​

En ese entonces sus padres alternaban su residencia de la ciudad de Buenos Aires con la de Caraguataí,[30]​ en la provincia de Misiones, separadas por 1800 km de vía fluvial, donde atendían plantaciones de yerba mate de su propiedad. Es desde este lugar donde, al acercarse el momento de su parto, los padres de Ernesto decidieron volver a Buenos Aires con el fin de que este fuera adecuadamente asistido, utilizando para ello las líneas navieras que surcaban el río Paraná. La versión familiar relata que el alumbramiento se adelantó y debieron descender de urgencia en el puerto de Rosario, donde la madre dio a luz a Ernesto en el Hospital Centenario el día 14 de junio.[31]​ Siempre según el relato familiar, el niño fue inscrito al día siguiente con el nombre de Ernesto Guevara y después de que la madre recibiera el alta, se instalaron por unos días en un apartamento ubicado en el quinto piso, esquina con calle Urquiza, hasta que ambos estuvieron en condiciones de retomar el viaje hacia Buenos Aires.

En contra de esta versión general, el biógrafo Jon Lee Anderson ofrece una explicación de la presencia de la madre en Misiones estando embarazada y la urgencia del desembarco en Rosario, al señalar que la fecha indicada en el acta de nacimiento oficial es falsa y que Ernesto Guevara nació el 14 de mayo de 1928, exactamente un mes antes. La razón habría sido la intención de los padres de ocultar el estado de embarazo de la madre al momento de casarse, circunstancia que luego fue reconocida por el padre. Según esta explicación, los Guevara se alejaron de Buenos Aires durante el embarazo y luego intencionalmente se dirigieron a Rosario para evitar que se conociera la verdadera fecha del parto.[32]​ Anderson apoya su versión en los datos aportados por Julia Constenla, biógrafa de Celia de la Serna, como resultado de sus conversaciones con ella, y en las inconsistencias de la partida de nacimiento.[33]​[32]​ Ernesto Guevara fue presentado en ocasiones durante su vida como «sietemesino», término que en la época era asimilado a «fruto de una relación prematrimonial».[34]​

Primeros años: entre Caraguatay y Buenos Aires

Ernesto Guevara (de 5 años) en el tradicional «burrito cordobés». (Alta Gracia, 1933).Cartel en Caraguataí, donde se conserva la casa de la plantación de yerba mate, en la que Ernesto Guevara vivió en sus primeros años de vida.

Los primeros años de Ernesto transcurrieron entre las casas que sus padres tenían en Caraguataí (provincia de Misiones) y Buenos Aires, yendo y viniendo en los vapores del río Paraná, según las necesidades de la producción yerbatera y el clima. Desde un primer momento Ernesto recibió de sus padres el sobrenombre de Ernestito, para diferenciarlo del padre, y luego de Teté, con los que le llamarían indistintamente su familia y amigos de la infancia.

En Buenos Aires se instalaron en las zonas típicas de la clase alta: primero en el barrio de Palermo (Santa Fe y Guise), luego en el partido de San Isidro (calle Alem) y finalmente en el barrio de la Recoleta (Sánchez de Bustamante 2286). Viviendo en San Isidro, a los dos años de edad tuvo el primer ataque de asma, enfermedad que padecería toda su vida y que llevaría a la familia a trasladarse a Córdoba. El padre siempre culparía a la madre por el asma de Ernesto, atribuyéndola a una bronquitis agravada por la falta de atención de esta última una fría mañana mientras nadaba en el Club Náutico San Isidro.[35]​

En Caraguatay, los padres de Ernesto contrataron a una niñera para su hijo: Carmen Arias, una mujer gallega que viviría con la familia hasta 1937 y que fue quien le puso el sobrenombre de Teté. Del yerbatal de sus padres y de su estancia en Misiones adquiriría el gusto por el mate, del que fue un apasionado toda su vida.[36]​

Debido a la seriedad y persistencia del asma que afectaba a Ernesto, la familia procuró buscar un lugar con un clima más apto. Siguiendo las recomendaciones de los médicos, decidieron mudarse a la provincia de Córdoba, un destino clásico de aquella época para las personas con afecciones respiratorias debido a sus condiciones climáticas y mayor altitud. Después de pasar un tiempo en la misma ciudad de Córdoba, capital de la provincia, los Guevara Lynch se instalaron en Alta Gracia.

Alta Gracia, Córdoba. Infancia y adolescencia

La provincia de Córdoba, en el medio de Argentina. La serrana ciudad de Alta Gracia está 40 km al suroeste de la capital, Córdoba.Casa de la familia Guevara en Alta Gracia (Córdoba). En la entrada puede verse una estatua de Ernesto de niño, sentado sobre la pared.Ernesto Guevara en Alta Gracia (1937, 9 años).

Ernesto Guevara vivió 17 años en Córdoba, desde 1930 hasta principios de 1947, abarcando gran parte de su infancia y toda la adolescencia. Él mismo se consideraba cordobés[37]​ y hablaba con el característico cantito de los cordobeses,[38]​[39]​[40]​ aunque luego en Cuba adoptaría un acento marcadamente cubano. En Alta Gracia cursó la escuela primaria y en la ciudad de Córdoba la secundaria. También allí tuvo sus primeras experiencias sexuales y formó su grupo de amigos, con los que más adelante compartiría sus primeras preocupaciones sociales y sus viajes por América Latina. Poco antes de volver a Buenos Aires, vivió también unos meses en Villa María.

La familia tuvo varios domicilios en Alta Gracia, pero el principal de ellos fue Villa Nydia, en la zona de Villa Carlos Pellegrini, donde actualmente se ubica el Museo Ernesto Che Guevara.

Ernesto cursó sus estudios primarios en las escuelas públicas San Martín y Santiago de Liniers entre 1937 y 1941. Sus estudios secundarios los realizó entre 1942 y 1946, primero en el Colegio Nacional de Monserrat (cuatro años), terminando el ciclo en el Colegio Nacional Deán Funes, ubicados en la ciudad de Córdoba, donde la familia terminó mudándose en 1943.

El asma determinó en gran medida las características de la infancia de Ernesto Guevara. Los ataques eran constantes y de una severidad tal que lo llevaban incluso a quedar postrado días enteros. Limitó sus posibilidades de ir a la escuela, a la que recién ingresó en 1937 cuando tenía ocho años comenzando en segundo grado (saltando primero inferior y superior). Restringió sus posibilidades de hacer deporte, actividad que le apasionaba y que igualmente practicó aunque muchas veces sus amigos debían cargarlo para volver a su casa. Para combatir el asma estaba sujeto a constantes dietas y tratamientos médicos. Por otro lado su enfermedad lo hizo un extraordinario lector, un gran aficionado al ajedrez y generó en él un fuerte espíritu de disciplina y autocontrol.

Alta Gracia era una pequeña villa veraniega de la clase alta cordobesa ubicada en las primeras sierras a 39 km al suroeste de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre. Las sierras de Córdoba, por su clima seco y su altura, han sido tradicionalmente uno de los principales destinos turísticos del país, y el lugar por excelencia que buscaban las personas con afecciones respiratorias.

En su primera adolescencia Ernesto tuvo preferencia por libros de aventuras, como las luchas de Sandokán, de Emilio Salgari y, sobre todo, los viajes extraordinarios de Julio Verne, entre ellos Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, Veinte mil leguas de viaje submarino. Años después, estando ya en Cuba pediría que le enviaran sus tres tomos encuadernados en cuero de las obras completas de Verne.[41]​

Más adelante desarrolló el gusto por la poesía y la filosofía. Entre sus poetas preferidos se destacaron Baudelaire, en especial su descarnada y polémica obra Las flores del mal, Pablo Neruda, en particular sus poemas de amor y León de Greiff. Fue un apasionado de la filosofía existencialista, lo que lo llevó a preferir las obras de Sartre, Kafka y Camus, y de las teorías psicológicas de Freud.[42]​

Ernesto Guevara se destacó durante toda su infancia y adolescencia por su rebeldía. Sumamente travieso, con duras discusiones con sus padres y maestros, desaliñado al punto de ser llamado el Chancho Guevara (sobrenombre que adoptó gustosamente), ejecutando pruebas de gran riesgo personal, de muy mal carácter, muchas veces llegando a los golpes en las discusiones, realizando comentarios provocativos y escandalosos, buscando habitualmente defender la posición contraria de sus interlocutores.

En aquellos años, Córdoba y Alta Gracia en particular recibieron una notable cantidad de refugiados republicanos de la guerra civil española, y también alemanes vinculados a los nazis. El músico Manuel de Falla se había instalado en Alta Gracia y algunos de los mejores amigos de Ernesto, los hermanos González Aguilar, eran hijos de un alto jefe militar español republicano, también refugiado allí. Por otra parte algunas localidades cordobesas como La Falda, La Cumbrecita y Villa General Belgrano eran centros de refugiados alemanes con evidentes simpatías nazis. El padre de Ernesto llegó a organizar durante la Segunda Guerra Mundial un pequeño grupo para espiar las actividades nazis en Córdoba, en el que también participó Ernestito.[43]​

Ernesto Guevara de vacaciones en Mar del Plata (ca. 1943, 15 años).

En 1942, Ernesto Guevara inició sus estudios secundarios en el Colegio Deán Funes, ubicado en la esquina de Perú e Independencia, del barrio Nueva Córdoba (en la ciudad de Córdoba). Córdoba, que por entonces contaba con unos 350 000 habitantes, comenzaba a sufrir transformaciones decisivas debido un notable proceso de industrialización por el que fue llamada la Detroit argentina.[44]​ Cursó sus estudios secundarios (entre 1942 y 1946) en un momento de grandes cambios y transformaciones políticas en la Argentina. Entre 1943 y 1946 habría de surgir el peronismo que contó con un apoyo masivo de la clase obrera e inversamente un rechazo masivo de las clases media y alta. Los estudiantes fueron uno de los grupos que más activamente se movilizaron contra el peronismo naciente, bajo el lema de «no a la dictadura de las alpargatas».[45]​

Una vez en la escuela secundaria e instalado en Córdoba, la vida de Ernesto se hizo más pública. Contra lo que suelen decir algunas biografías, Ernesto Guevara no tuvo ninguna militancia política ni social en Córdoba (ni luego en Buenos Aires). Él mismo lo dijo:

«No tuve preocupaciones sociales en mi adolescencia, ni participé en las luchas políticas o estudiantiles de Argentina».[46]​

Los padres de Ernesto y toda su familia, por supuesto, eran abiertamente antiperonistas, como lo era la gran mayoría de la clase media y la clase alta. Ernesto en cambio, nunca parece haber sostenido posiciones antiperonistas. Por el contrario, se sabe que la familia le atribuía sentimientos favorables al peronismo,[47]​ que les recomendaba a las empleadas domésticas de su casa y de las casas de sus amigos que votaran al peronismo,[48]​ y que sentía respeto por Perón a quien llamaba «el capo».[49]​ Años después, ya en plena Revolución cubana, utilizó una de las palabras favoritas de Eva Perón, «descamisados», para bautizar al grupo de novatos bajo su mando en la guerrilla,[50]​ y poco antes, al enterarse del golpe militar que derrocó a Perón escribió en una carta a su madre:

Te confieso con toda sinceridad que la caída de Perón me amargó profundamente, no por él, por lo que significaba para toda América, pues mal que te pese y a pesar de la claudicación forzosa de los últimos tiempos, Argentina era el paladín de todos los que pensamos que el enemigo está en el norte.[51]​
Ernesto Guevara a los 17 años (hacia 1945).

Con respecto al Partido Comunista Argentino, Ernesto Guevara rechazó explícita y abiertamente su posición, en tanto «criticaba con dureza su sectarismo».[52]​ Si alguna ideología clara comenzaba a asomar en él, en los últimos años de su adolescencia, fue su posición antimperialista y en particular su posición acérrimamente contraria al imperialismo estadounidense,[53]​ una ideología con profundas raíces en la cultura política-social argentina. En este sentido, escandalizó a sus familiares y conocidos, cuando se opuso a que la Argentina le declarara la guerra a la Alemania nazi en 1945, sosteniendo que se realizaba por presión de Estados Unidos y que debía mantenerse neutral.[47]​

Simultáneamente, en 1945, con 17 años, demostró un gran interés por la filosofía y comenzó a escribir su propio diccionario filosófico, mientras descubría la literatura social latinoamericana, con exponentes como Jorge Icaza y Miguel Ángel Asturias.

En noviembre de 1943 su mejor amigo, Alberto Granado, y otros estudiantes, fueron detenidos por la policía durante una manifestación estudiantil contra el gobierno. Junto a Tomás Granado, hermano menor de Alberto, iba diariamente a la cárcel a visitarlo. De manera quizás inesperada, cuando se organizó una gran marcha para reclamar la libertad de Alberto y los demás presos políticos, no solo se negó a participar, sino que sostuvo que «la marcha era un gesto inútil y que solo conseguirían que los "caguen a palos", y que él solo iría si le daban un revólver».[54]​

El escritor Ernesto Sabato sostiene en una breve mención inserta en su libro de memorias Antes del fin, que conoció a Ernesto Guevara, por aquellos años:

En la tranquilidad de una tarde serrana, conocí a un muchacho médico que pasó a visitar a unos parientes en camino hacia Latinoamérica, donde curaría enfermos y hallaría su destino. A aquel joven, hoy símbolo de las mejores banderas, lo recuerda la historia con el nombre de Che Guevara. Ernesto Sabato[55]​

El relato de Sabato no tiene correspondencia cronológica. Sabato vivió dos años en Córdoba, entre 1943 y 1945, en la localidad de El Pantanillo, en el apartado Valle de Traslasierra, detrás de las Sierras Grandes. En esos años Guevara aún cursaba el secundario, en Córdoba Capital. Por otra parte, el segundo viaje latinoamericano de Guevara, inmediatamente después de recibirse de médico, se inició en 1953, una década después del relato de Sabato, y no pasó por Córdoba, sino que partió en tren directamente hacia Bolivia.

A fines de 1946 Ernesto terminó sus estudios secundarios. Ese mismo año obtuvo su primer empleo, junto a Alberto Granado, en el laboratorio de la Dirección de Vialidad de la provincia de Córdoba. Poco después de recibirse fue enviado a la localidad de Villa María (provincia de Córdoba), 100 km al sur, a participar durante los siguientes meses en la construcción de un camino.

En 1947 la familia Guevara-De la Serna sufrió un colapso. La empresa constructora de su padre quebró, y los Guevara decidieron separarse y mudarse a Buenos Aires. En mayo de ese año su abuela enfermó de muerte, lo que llevó a Ernesto a renunciar a su empleo y trasladarse a la capital argentina, donde permanecería luego del deceso de la anciana.

Poco antes de partir, en Villa María, escribió el poema que se transcribe en el recuadro de la derecha, en el que apela a su fuerza de voluntad para vencer al destino.

Amigos de infancia y adolescencia

Ernesto Guevara (el primero a la derecha) con integrantes de su equipo de rugby, ca. 1948.

Ernesto hizo grandes amigos durante su infancia y adolescencia en Córdoba; dos de ellos se destacaron:[56]​

  • Carlos Calica Ferrer.[57]​ Uno de sus primeros amigos. Lo conoció cuando ambos tenían dos o tres años. Ernesto recién llegaba a Alta Gracia. Calica era hijo de un rico médico especialista en enfermedades respiratorias que vivía en Alta Gracia. Uno de sus pacientes era el propio Ernesto. La primera relación sexual de Ernesto fue con la empleada doméstica de la familia Ferrer, arreglado por el propio Calica (en esa época era habitual en la clase media alta mantener relaciones sexuales con las "mucamas" que trabajaban en las casas). Calica y Ernesto realizaron el Segundo viaje latinoamericano (1953-1954). En 2006 escribió el libro De Ernesto al Che. El segundo y último viaje de Guevara por Latinoamérica.[58]​
  • Alberto Granado. Hermano mayor de Tomás Granado, este último compañero de clases del colegio secundario de Ernesto, y también amigo. Ambos eran hijos de un trabajador ferroviario. Era seis años mayor que Ernesto, estudiante de Bioquímica y entrenador del equipo de rugby del club Estudiantes en el que Ernesto jugaría. Compartieron el gusto por las mujeres, el rugby, el vino, la literatura y los viajes. Tuvo gran influencia en la elección por Ernesto de la carrera de medicina. Alberto Granado y Ernesto realizaron el primer viaje latinoamericano (1952), que refleja la película Diarios de motocicleta, donde su personaje es interpretado por el actor Rodrigo de la Serna. Luego de la Revolución cubana se radicó en Cuba. En 1995 escribió el libro Con el Che Guevara. De Córdoba a La Habana.

Buenos Aires, medicina y los viajes

Ernesto Guevara permaneció en Buenos Aires desde enero de 1947 hasta el 7 de julio de 1952, cuando partiría en su primer viaje por América Latina.

¡Lo sé! ¡Lo sé! Si me voy de aquí me traga el río. Es mi destino: "hoy voy a morir". Pero no, la fuerza de voluntad todo lo puede. Están los obstáculos, lo admito. No quiero salir. Si tengo que morir, será en esta cueva. Las balas, qué me pueden hacer las balas si mi destino es morir ahogado, pero voy a superar mi destino. El destino se puede alcanzar con la fuerza de voluntad. Morir sí, pero acribillado por las balas, destrozado por las bayonetas, si, no, no, ahogado no... un recuerdo más perdurable que mi nombre es luchar, morir luchando.                Ernesto Guevara[59]​

El primer año la familia vivió en la casa de su abuela materna, recientemente fallecida, ubicada en Arenales y Uriburu, en el exclusivo barrio de Recoleta, o Barrio Norte, a tres cuadras de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en la que empezaría a estudiar en 1948 para graduarse de médico el 11 de abril de 1953.[60]​ Al año siguiente su padre vendió el yerbatal, compró una casa en Aráoz 2180, en el barrio de Palermo y abrió una inmobiliaria en la esquina de Paraguay y Aráoz.

En este período Ernesto se dedicó a su carrera y comenzó a trabajar como asistente en una clínica especializada en alergias que se dedicaba a la investigación del asma, dirigida por el Dr. Salvador Pisani. En la facultad de Medicina conoció a Berta Gilda Tita Infante, una cordobesa militante universitaria comunista con la que mantendría una fuerte amistad por el resto de su vida.

En Buenos Aires Guevara se dedicó a jugar al rugby, deporte característico de la clase alta porteña, primero en el importante San Isidro Club y luego, debido a sus limitaciones con el asma, en el pequeño y desaparecido Yporá Rugby Club (1948) y en el Atalaya Polo Club (1949).[61]​

Editó entonces la primera revista dedicada al rugby de la Argentina, con el nombre Tackle, y en la que también escribía crónicas bajo el seudónimo «Chang Cho», en alusión a su propio sobrenombre «Chancho».[62]​

También continuó con sus intensas actividades de lectura y la escritura de sus cuadernos filosóficos. En estos años demostró una creciente dedicación a la filosofía social. En su tercer cuaderno revela un gran interés en el pensamiento de Karl Marx. También prestó gran atención a las ideas de Nehru sobre el proceso de descolonización e industrialización en la India, anotando y recomendando calurosamente su libro El descubrimiento de la India.[63]​

En 1950 se enamoró de María del Carmen Chichina Ferreyra, una joven de 16 años perteneciente a una de las familias más ricas y aristocráticas de Córdoba. La relación duró más de dos años, a pesar de la oposición frontal de la familia, que lo veía como un «hippie enfermizo» por su aspecto, sus ideas radicales y provocadoras, y su deseo de casarse y pasar la luna de miel en un viaje en casa rodante por América Latina.[64]​ Años después Chichina diría de Ernesto:

Me fascinó su físico obstinado y su carácter antisolemne; su desparpajo en la vestimenta nos daba risa y, al mismo tiempo, un poco de vergüenza. [...] Éramos tan sofisticados que Ernesto nos parecía un oprobio. Él aceptaba nuestras bromas sin inmutarse. Chichina Ferreyra[61]​

Estando en Buenos Aires, Ernesto Guevara comenzó a viajar precariamente, a dedo, bicicleta o en moto, con poco dinero, cada vez más lejos. Los viajes de Guevara significarían una experiencia social y humana, que lo pondría en contacto con los trabajadores y los sectores populares de la Argentina y América Latina, y finalmente lo llevarían a integrar el grupo guerrillero que realizaría la Revolución cubana.

Controversia sobre su título de medicina

Existe una faceta menos conocida sobre él que ha causado cierto debate: su título de médico.[65]​ La narrativa común sugiere que Guevara regresó a Buenos Aires después de su famoso viaje en motocicleta por América del Sur y se graduó de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1953. No obstante, ciertos aspectos sobre este logro académico han sido puestos en tela de juicio. Tras un extenso viaje de nueve meses por América del Sur, Guevara regresó a Buenos Aires con la determinación de finalizar su carrera en medicina. Su amigo Alberto Granado le había recomendado regresar, estudiar y obtener el título para luego reunirse con él en Venezuela, donde le prometió un puesto en un instituto sanitario.[66]​[65]​[67]​

Aunque Ernesto no mostraba un "gran entusiasmo por los estudios académicos" y no era un asiduo asistente a clases, tras su regreso, se dedicó con intensidad a estudiar. En pocos meses, "sorprendentemente", logró aprobar numerosas materias que le quedaban pendientes.[66]​[65]​

El historiador cubano Enrique Ros realizó una investigación detallada sobre el título universitario de Guevara. Según los hallazgos de Ros, basados en regulaciones y estatutos de la UBA de esa época, habría sido imposible para Guevara obtener su título en el tiempo que se dice lo hizo. Por ejemplo:

  • La regulación de la UBA requería que los estudiantes de medicina completaran un año de prácticas en diversos campos médicos después de aprobar el examen de Clínica Médica. Guevara no podría haber cumplido con este requisito en el tiempo establecido.[66]​[65]​
  • Se señala que para rendir el examen de Clínica Quirúrgica, el estudiante necesitaba tener aprobadas todas las materias excepto Clínica Médica, una condición que Guevara no cumplía en ese momento.[66]​[65]​
  • Asimismo, para rendir el examen de Clínica Médica, era necesario tener aprobadas todas las materias del plan de estudios, lo cual Guevara no había logrado aún.[65]​
Respuesta de la UBA

Ante estas irregularidades, Ros contactó a la Universidad de Buenos Aires. La respuesta fue que Guevara había sido admitido bajo un plan de estudios diferente al de 1950, el Plan de Estudios de 1937. Sin embargo, este argumento no se sostiene, ya que, según Ros, el Plan de Estudios de 1950 anulaba cualquier plan anterior.[66]​[65]​ Adicionalmente, cuando Ros solicitó una copia del expediente académico de Guevara, la Facultad de Medicina respondió que había sido robado. Si bien la controversia sobre el título médico de Guevara no altera su legado como revolucionario, sí plantea preguntas sobre la veracidad de ciertos aspectos de su historia personal. La falta de claridad y las evidencias contradictorias sugieren que tal vez nunca completó su grado académico.[66]​[65]​[67]​


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