Carta desde la cárcel de Birmingham

Carta desde la cárcel de Birmingham Citas y Análisis

"Pero lo fundamental es que, si estoy en Birmingham, es porque aquí está la injusticia. Al igual que los profetas del siglo VIII a.C. dejaron su tierra y llevaron la palabra de Dios mucho más allá de los confines de sus pueblos de origen, y al igual que San Pablo dejó su ciudad de Tarso y llevó la palabra de Cristo hasta los confines del mundo greco-romano, yo también estoy impelido a llevar la palabra de la libertad más allá de mi ciudad. Como Pablo, debo responder constantemente a las peticiones de ayuda de los macedonios".

Dr. Martin Luther King, Jr.

Los clérigos a quienes el Dr. King responde con su carta lo acusan de, entre otras cosas, actuar en Birmingham como un forastero. Y aunque primero ataca de forma legal esta acusación, arguyendo que la SCLC, que él representa, tiene contactos en la ciudad y ha sido invitada a participar de las protestas, King deja en claro que, más allá de la pertinencia legal, lo cierto es que el argumento geográfico es inválido porque la injusticia en un lugar degrada la Justicia en todos los lugares y para todas las personas. En la cita, King apoya esta idea con ejemplos difíciles de refutar para los clérigos.

"Nuestras dolorosas experiencias nos han enseñado que el opresor no concede nunca voluntariamente la libertad, sino que esa libertad debe ser demandada por el oprimido".

Dr. Martin Luther King, Jr.

Esta cita se asocia con la noción expuesta también por el reverendo de que "el tiempo es, en sí mismo, neutral", y sirve para apoyar las protestas no violentas y refutar la posición de los blancos moderados, que le proponen a la comunidad negra limitarse a esperar. El Dr. King rechaza la posibilidad de que los opresores cedan voluntariamente a sus privilegios, por lo que considera necesario provocar una situación de tensión para promover las negociaciones.

"He tratado de mantener mi posición entre estas dos fuerzas contrapuestas, afirmando que no necesitamos emular ni la inacción de los complacientes, ni el odio y la desesperación de los nacionalistas negros. Porque existe otra actitud mejor: la del amor y la protesta no violenta. Agradezco a Dios que haya conseguido, debido a la influencia de la Iglesia negra, que la senda de la no violencia pase a constituir una parte fundamental de nuestra lucha".

Dr. Martin Luther King, Jr.

El Dr. King hace un giro argumentativo de gran astucia al abrazar orgullosamente la acusación de extremista, pero separando esta noción de la idea de violencia. Esta es ubicada del lado de los nacionalistas negros, y su mención funciona, estratégicamente, como una advertencia de que, si los reclamos de la comunidad negra no son escuchados y su frustración crece, la violencia podría generalizarse. Esto queda más claro cuando el Dr. King afirma haber abrazado una posición intermedia entre las arriba descritas, que supone la protesta no violenta, y agrega: "De no haber surgido esta filosofía, estoy convencido de que hoy en día muchas de las calles del Sur estarían inundadas de sangre".

"A pesar de mis sueños rotos, acudí a Birmingham con la esperanza de que los líderes religiosos blancos de esta comunidad comprenderían lo justo de nuestra causa e intentarían, llevados por la preocupación moral, actuar como canal para que nuestras justas quejas llegaran a oídos de las esferas del poder. Confiaba en que cada uno de ustedes comprendería. Pero de nuevo he sufrido un desencanto".

Dr. Martin Luther King, Jr.

A lo largo de la carta, el Dr. King alude una y otra vez a la desilusión que le ha provocado la falta de apoyo de la Iglesia blanca y su defensa de la no-acción en nombre de la moderación. Mostrar un sorpresivo desencanto ante la actitud tomada una y otra vez por este grupo funciona como una estrategia argumentativa: el reverendo da cuenta de que espera lo mejor de los clérigos blancos cada vez, porque confía en sus buenas intenciones y en su criterio. De este modo, en vez de atacarlos por accionar incorrectamente, parece reprenderlos por equivocarse.

"Alguien podría preguntar: «¿Cómo pueden ustedes defender que se incumplan algunas leyes y se respeten otras?». La respuesta está en el hecho de que existen dos tipos de leyes: las justas y las injustas. Yo soy el primero en defender que se obedezcan las leyes justas. Todos tenemos la responsabilidad, no solo legal, sino también moral, de obedecer las leyes justas que se promulguen. Pero, a la inversa, todos tenemos la responsabilidad moral de desobedecer las leyes injustas. Estoy de acuerdo con San Agustín cuando dice que «una ley injusta no es ley»".

Dr. Martin Luther King, Jr.

La distinción entre leyes justas y leyes injustas es uno de los argumentos centrales en la carta del reverendo, pues le permite justificar el incumplimiento de ciertas leyes en pos de la defensa de la Justicia. Asimismo, este argumento supone una fuerte crítica a los clérigos a quienes se dirige, pues sugiere que no tienen el poder de discernimiento para distinguir lo que es justo de lo que no lo es.

"Espero que entiendan la distinción que trato de hacer. Yo no defiendo, en ningún caso, que nadie trate de evadirse de la Ley o de burlarla, como haría un fanático segregacionista. Eso llevaría a la anarquía. Aquel que desobedezca una ley injusta debe hacerlo abiertamente, voluntariamente, aceptando de antemano la pena que corresponda. Yo sostengo que una persona que infringe una ley que es injusta según su conciencia, y que está dispuesta a aceptar la pena de cárcel para que la comunidad tome conciencia de la injusticia de esa ley, está en realidad expresando el máximo de los respetos por la Ley".

Dr. Martin Luther King, Jr.

En esta cita se desarrolla la idea presentada en la anterior, y se explica el procedimiento específico mediante el cual el Dr. King propone incumplir ciertas leyes en defensa de la Justicia: lejos de intentar simplemente evadirlas, las leyes injustas deben ser abiertamente incumplidas, y quienes se abstengan de acatarlas como modo de protesta tienen que atenerse, asimismo, a las consecuencias legales de esa acción. El reverendo no solo distingue explícitamente esta acción de la mera evasión de la Ley, sino que le atribuye esta actitud anárquica a los segregacionistas.

"En nuestra generación, no vamos a tener que arrepentirnos solo por las odiosas palabras y acciones de la gente de mala voluntad, sino también por el atroz silencio de las buenas personas".

Dr. Martin Luther King, Jr.

El Dr. King pone mucho énfasis en el hecho de que la falta de acción, generalmente justificada por una posición moderada, es funcional al mantenimiento del statu quo y, por tanto, cómplice de las injusticias del presente. Este es el centro de la crítica a los blancos moderados.

"En vez de sentirse perturbada por la presencia de la Iglesia, la estructura de poder de una típica comunidad se beneficia del espaldarazo tácito – y a veces explícito – de la Iglesia a la situación imperante. Pero el juicio de Dios se cierne hoy sobre la Iglesia más que nunca".

Dr. Martin Luther King, Jr.

Esta es una seria acusación del Dr. King a la Iglesia: arguye que, lejos de cumplir su rol de defender a sus feligreses frente a las grandes estructuras de poder, se limita a justificar el estado de las cosas, si no explícitamente, mediante la aceptación silenciosa. Así, advierte el reverendo, la Iglesia está poniendo en peligro la lealtad de sus fieles, y podría convertirse pronto en un "club social irrelevante".

"Alcanzaremos la meta de la libertad en Birmingham y en toda la nación, porque el objetivo de América es la libertad. Aunque se nos maltrate y se nos menosprecie, nuestro destino está ligado al de América".

Dr. Martin Luther King, Jr.

Hacia el final de la carta, Martin Luther King postula que la lucha de la comunidad negra en Estados Unidos no se limita a un intento de mejorar sus propias condiciones de vida, sino que supone una defensa de los valores democráticos que sostienen la nación como un país libre. En consecuencia, agregará luego que quienes están luchando en ese momento en Birmingham serán recordados en el futuro como los verdaderos héroes de su tiempo.

"Esperemos todos que los oscuros nubarrones del prejuicio racial se alejen pronto y que la espesa niebla de la incomprensión se disipe en nuestras comunidades presas del miedo, y que en algún futuro no demasiado lejano las radiantes estrellas del amor y de la fraternidad iluminen nuestra gran nación con toda su deslumbrante belleza".

Dr. Martin Luther King, Jr.

Estas son las palabras finales de la carta, que cierra con esta imagen alegórica de gran optimismo, donde se describe un futuro luminoso lleno de amor y fraternidad. Estas palabras finales dan cuenta de que el Dr. King no solo es un gran argumentador, sino también un escritor de gran sensibilidad y muchos recursos.