Balada de los dos abuelos

Balada de los dos abuelos Las relaciones entre la obra de Nicolás Guillén y la música

La obra poética, teórica e intelectual de Nicolás Guillén tiene fuertes y ricas relaciones con la música y lo musical. En primer lugar, para el poeta, la música africana es uno de los elementos más importantes de las culturas negras antillanas. Por eso se dedica a recuperar muchos elementos sonoros de matriz africana y a darles la entidad cultural que les corresponde. Así, se preocupa por difundirlos y reivindicarlos en sus escritos periodísticos y ensayísticos. Por ejemplo, en artículos que publica entre 1929 y 1930 defiende la belleza de ritmos como la rumba, el son, la guaracha y el bolero, y de instrumentos como el bongó (Barrera 2003).

En segundo lugar, Guillén hace ingresar estos elementos musicales en su propia poética. Esto es evidente al observar los títulos de muchos de sus poemas que contienen referencias musicales, como "Balada de los dos abuelos", "Canto negro", "Organillo", "Canción de los hombres perdidos", "Son del desahucio", "Rumba" y tantos más. Y el gesto no es solo superficial, sino que su poética se apropia de técnicas y recursos de la música. Por ejemplo, suele establecer juegos onomatopéyicos, haciendo que la voz humana funcione como un instrumento en lugar de pronunciar palabras. De hecho, una de sus apuestas literarias más celebradas por los críticos es la creación de jitanjáforas, es decir, poemas o segmentos de poemas formados exclusivamente por expresiones que no tienen un significado, sino que su valor radica en la pura sonoridad, como en "Canto negro", donde leemos: "Acuememe serembó, / aé; / yambo, / aé. / Tamba, tamba, tamba, tamba, / tamba del negro que tumba; / tumba del negro, caramba, / caramba, que el negro tumba: / ¡yamba, yambo, yambambé!". A lo largo de toda su obra poética, Guillén hace uso abundante de diversas figuras retóricas de repetición para dar ritmo a sus escritos.

En tercer y último lugar, es preciso destacar las múltiples musicalizaciones que se han hecho de los poemas escritos por Guillén. De hecho, muchas de ellas se producen inmediatamente después de la publicación de los libros y estimulan el crecimiento del poeta. Entre ellas se destacan las grabaciones a cargo de Alejandro García Caturla y los hermanos Grenet de los poemas que conforman Motivos del son, canciones que ayudan a construir la popularidad del poeta en Cuba ya en los años treinta. Otras musicalizaciones posteriores célebres son la versión musical de "Balada de los dos abuelos" en la voz de Enrique Morente, los poemas cantados por los españoles Ana Belén y Víctor Manuel, y el disco Pablo Milanés cantando a Nicolás Guillén.