Lisístrata

Lisístrata Resumen

Lisístrata, una joven ateniense, convoca una reunión con mujeres de diferentes ciudades griegas y espartanas. En dicha reunión, expone que las mujeres deben salvar a Grecia de la guerra del Peloponeso. Para ello, lo que deben hacer es negarles a los hombres la posibilidad de tener relaciones sexuales con ellas.

Mientras tiene lugar esta reunión, las ancianas de Atenas, trabajando en conjunto con las mujeres jóvenes, se apoderan de la Acrópolis, en donde está el tesoro de la ciudad. Los hombres intentan sacarlas, pero las ancianas, con la ayuda de las jóvenes, resisten. Durante esta lucha, Lisístrata expone a los hombres el argumento fundamental de las mujeres: están hartas de sus malas decisiones sociales y políticas. Los hombres, sin embargo, no ceden y pretenden continuar tomando todas las decisiones, inclusive la de seguir en guerra.

Más allá de que logran mantener el dominio sobre la Acrópolis, el poder de las mujeres comienza a debilitarse, ya que muchas de ellas flaquean y pretenden ceder a la tentación de tener relaciones sexuales. Lisístrata se ofusca y logra que aquellas, finalmente, no cedan.

Llegado este punto, las mujeres comienzan efectivamente a ejercer un dominio sexual sobre los hombres. Esto se ve, fundamentalmente, en la escena en la que Mírrina seduce, de mil modos, a su marido Cinesias, pero no tiene relaciones sexuales con él, quien finalmente pierde el control y se somete a su esposa.

Esta estrategia es llevada a cabo por todas las mujeres, tanto atenienses como espartanas, hasta que, finalmente, los hombres, totalmente cegados por su deseo sexual, se reúnen y acuerdan la paz. Sobre el final, atenienses y espartanos celebran juntos dentro de la Acrópolis.