Un futuro que nunca llegará (ironía situacional)
“Otro periodista terminó su emisión con la lectura de una carta que Therese había escrito a la oficina de solicitudes de Brown, «irónicamente —según dijo—, sólo tres días antes de que pusiera fin al sueño de ir a la universidad... o de cualquier otra cosa»”.
A pesar de que tienen un plan muy claro entre ellas, todas apuestan a algún tipo de futuro posible. Parece como si quisieran viajar y estudiar con la imaginación, ya que no pueden hacerlo en la realidad. Así, aunque Therese solicite ingresar a una universidad, irónicamente esto no será más que una especie de juego mental, ya que nunca irá, sino que hará todo lo contrario: suicidarse al igual que el resto de sus hermanas.
Tanto los padres de las chicas como los propios lectores ignoran que las chicas habían hecho un pacto suicida (ironía dramática)
A lo largo de toda la novela, los hechos se suceden como si fuesen una cadena irracional de repeticiones. El caso de Cecilia, que es el primero de la serie, conduce a los personajes a pensar que es solo ella quien tiene un problema, como si acaso las demás estuvieran bien.
Sin embargo, hacia el final de la novela se nos revela eso que nosotros mismos, como lectores, ignoramos al igual que los padres de las muchachas. Es decir, que habían hecho un pacto suicida entre las cinco, según el cual ninguna dejaría de cometer suicidio, por lealtad a las demás y a sus circunstancias.
La ironía de la sobreprotección (ironía situacional)
La mayor ironía situacional de la novela se da a partir de la sobreprotección que llevan a cabo los padres de las cinco hermanas. Por tener tanto miedo a que les pase algo negativo o a que hagan algo malo, los Lisbon imponen un montón de reglas demasiado estrictas. Sobre la conducta, la actitud, el tiempo de ocio, las tareas escolares, las tareas de la casa. Sobre todo tienen una especie de manual a seguir.
De este modo, lejos de alejarlas del peligro, parece que las incitaran aún más a acercarse a él. Las chicas tienen relaciones sexuales de modo desenfrenado, mienten, se escapan, y, lo peor de todo, acuerdan quitarse la vida para ya no vivir en ese mundo de restricciones y de ausencia de libertad.
