Huérfano de padre, Shanti Andía es criado por su madre en el caserío familiar. Desde pequeño siente la fascinación de la vida del marino, especialmente de su tío, Juan de Aguirre, capitán de barco, como su padre, cuyas hazañas quiere emular. Un día llega al pueblo la noticia de que Juan ha muerto, y la familia celebra su funeral.
Shanti acude al colegio e ingresa en la escuela de náutica, a la vez que practica la navegación con sus amigos por el puerto, en una barca que «toman prestada». Poco a poco se vuelven más atrevidos, y al salir a mar abierta están a punto de perecer.