La obra comienza con Antonio, un comerciante cristiano que se encuentra deprimido. Sus amigos no logran animarlo. Finalmente llega su amigo Bassanio, un aristócrata que ha perdido todo su dinero, y le pide a Antonio un nuevo préstamo. Antonio, que ha invertido todo su dinero en empresas marítimas, no tiene los fondos como para otorgar un préstamo directo a Bassanio. En cambio, le ofrece usar su nombre y su solvencia para conseguirle un crédito. Bassanio se encuentra con Shylock, un prestamista judío, y lo convence de que le otorgue tres mil ducados a crédito de Antonio. En un giro bastante inusual, Shylock accede a renunciar a los intereses si Antonio le promete una libra de su carne como garantía por su préstamo. Antonio, pensando que se trata de una broma o un juego, acepta la condición del contrato y lo firma.
Bassanio toma el dinero y se prepara para ir a visitar a Porcia, una rica heredera que vive en Belmont. No está casada porque su padre ha decretado que todos los pretendientes, para obtener su mano, deben arriesgar su suerte y seleccionar entre tres cofres el que contenga la imagen de su hija. Los cofres, uno de oro, uno de plata y uno de plomo, contienen mensajes diferentes que funcionan como confusas pistas para los pretendientes. Antes de la llegada de Bassanio, el Príncipe de Marruecos prueba suerte eligiendo entre los cofres. Escoge el cofre de oro porque contiene una inscripción que dice "El que me elija tendrá lo que muchos desean" (p. 103), pero en él encuentra una calavera que simboliza el hecho de que el oro oculta la corrupción. Además de perder a Porcia, el fracaso de la elección obliga al candidato a no casarse nunca con mujer alguna, por lo que el Príncipe regresa a Marruecos, derrotado. El siguiente pretendiente, el Príncipe de Aragón, selecciona el cofre de plata, cuya inscripción indica que le dará lo que se merece, y en su interior encuentra la foto de un idiota, lo que indica que su enfoque egocéntrico fue una tontería. Él también se marcha avergonzado.
De vuelta en Venecia, Jessica, la hija de Shylock, se ha enamorado de Lorenzo y planea escapar con él mientras Shylock es invitado a comer a la casa de Bassanio para cerrar el contrato por el préstamo. Durante una mascarada, Jessica escapa vestida de hombre y llevando consigo joyas y dinero que le ha robado a su padre. Al descubrir que su hija se ha fugado con gran parte de su dinero, Shylock acusa a Antonio por ayudarla a escapar. Al mismo tiempo, corren rumores en Venecia de que muchos de los barcos de Antonio, con los que esperaba devolver a Shylock el préstamo, se han hundido o perdido en el mar. Shylock comienza a deleitarse con la noticia de que Antonio lo está perdiendo todo, porque quiere exigir su libra de carne en venganza por los muchos insultos que Antonio le ha infligido a lo largo de los años.
Bassanio llega a Belmont y se presenta ante Porcia, quien lo recuerda como el apuesto soldado del que se enamoró varios años antes. Porcia le ruega que espere antes de elegir uno de los cofres, pero Bassanio quiere arriesgarse de inmediato. Sin siquiera leer correctamente las inscripciones, Bassanio selecciona el cofre de plomo porque lo considera amenazante. Porcia se llena de alegría cuando encuentra su retrato en el interior, y le da un anillo para sellar su compromiso; luego, se preparan para casarse al día siguiente. Graciano, que ha acompañado a Bassanio a Belmont, le dice que él y Nerissa, la doncella de Porcia, también desean casarse. En ese momento, llega un mensajero y le entrega a Bassanio una carta en la que se le informa que Antonio ha perdido todo su dinero y debe entregar una libra de su carne a Shylock. Bassanio inmediatamente le dice a Porcia lo que ha sucedido, por lo que ella le ordena tomar seis mil ducados y regresar a Venecia, donde puede pagarle a Shylock y cancelar el contrato. Después de que Bassanio y Graciano se marchan, Nerissa y Portia parten hacia Venecia disfrazadas de hombres.
En Venecia, Shylock hace arrestar a Antonio y llevarlo ante el duque, que preside un tribunal de justicia. El duque le suplica al judío que perdone el contrato y deje a Antonio en libertad, pero este se niega. Al poco tiempo entra Nerissa disfrazada y entrega una nota en la que el doctor Bellario, que llevaría adelante el pleito, notifica que no puede presentarse y que envía a otro jurista en su lugar. Entra entonces Porcia disfrazada, haciéndose llamar "Baltasar". Porcia le informa al Duque que ha estudiado el caso y lo presidirá.
Primero le pide a Shylock el contrato y lo revisa. Bassanio ofrece pagarle a Shylock los seis mil ducados, pero él se niega a aceptar el dinero y prefiere la venganza de matar a Antonio. Incapaz de encontrar fallas en el procedimiento legal, Porcia le otorga a Shylock su libra de carne. Shylock, encantado de ganar su caso, sostiene un cuchillo listo para cortar el pecho de Antonio. Sin embargo, Porcia lo detiene y le pregunta si tiene un cirujano presente para evitar el flujo de sangre, a lo que el judío responde negativamente, y se ampara en que su contrato no dice nada sobre proporcionarle un médico a Antonio. Entonces, Porcia le indica que puede obtener su libra de carne, pero que si derrama una sola gota de sangre cristiana, Venecia puede quitarle sus tierras y riquezas de acuerdo con la ley. Shylock, claramente incapaz de cumplir con esta ley, se siente derrotado y pide en cambio que se le entreguen los seis mil ducados. Porcia, implacable, rechaza su solicitud, explicando que ya se ha pronunciado de acuerdo con el contrato, y que debe cumplirse.
Porcia comienza a leer el contrato y reafirma que Shylock debe tomar exactamente una libra de carne, ni más ni menos, o violará el contrato y la ley lo castigará con la muerte. Shylock le dice al tribunal que desea abandonar por completo su caso y perdonar a Antonio los tres mil ducados, pero Porcia nuevamente rechaza su solicitud, explicando que la ley en Venecia establece que si un extranjero conspira contra la vida de un veneciano, la mitad de su riqueza debe ser entregada al hombre contra el que conspiró, y la otra mitad es tomada como multa por el Estado. Además, al duque se le concede el poder de decidir sobre la vida o la muerte del conspirador.
Cuando Shylock es indultado por el duque, informa a la corte que preferiría la muerte antes que perder todo lo que posee. En ese momento, Antonio interviene y le pide a la corte que devuelva la mitad de su riqueza a Shylock si este se convierte al cristianismo. Además, Antonio declara que mantendrá su parte y se la legará a Jessica y Lorenzo. Porcia está de acuerdo con esto y también hace que Shylock prometa darle todo su dinero a Lorenzo después de su muerte. Después del juicio, Bassanio agradece al jurista por su buen trabajo y le ofrece cualquier cosa que él desee. Porcia le pide el anillo que le dio antes como muestra de su amor, a lo que Bassanio finalmente accede.
Porcia y Nerissa regresan a Belmont y vuelven a vestirse normalmente. Lorenzo y Jessica han estado viviendo allí, disfrutando de la cómoda vida que ofrece el lugar. Poco después de la llegada de las dos mujeres, Bassanio y Graciano también regresan de Venecia, y con ellos llega también Antonio. El feliz reencuentro se destruye cuando Porcia le pregunta a Bassanio por el anillo que le regaló. Ella lo perdona solo después de que Antonio responde por la fidelidad de Bassanio. Porcia luego le da a Antonio el anillo y le pide que se lo entregue a Bassanio, quien se sorprende al ver que es el mismo anillo que le dio al jurista, Baltasar. Porcia entonces revela la verdad sobre el jurista, y la obra termina con tres parejas felices: Lorenzo y Jessica, Nerissa y Graciano, y Porcia y Bassanio. Sin embargo, Antonio y Shylock permanecen marginados, y el final feliz no se aplica a ellos.