El Gran Gatsby

El Gran Gatsby Resumen y Análisis Capítulo 3

Resumen

En el tercer capítulo, Nick asiste a una fiesta en la mansión de Gatsby. Nick la describe: “en sus jardines azules, hombres y chicas iban y venían como polillas entre los susurros y el champán y las estrellas” (2011:69). Resalta toda la preparación que implican las fiestas: los proveedores de frutas y de luces de colores, la orquesta, los autos que llevan a los invitados desde la estación del tren y los jardineros que arreglan el césped de la mansión. También menciona a los ocho sirvientes que todos los lunes limpian y arreglan la mansión luego de las fiestas.

Un chofer cruza a la casa de Nick un sábado a la mañana y le entrega una nota que lo invita esa noche a la fiesta en lo de Gatsby. La nota habla del honor que le daría a Gatsby que él asistiera “a su ‘fiestecita’ esa noche” (2011:72). Una vez allí, Nick considera que es de las pocas personas que han sido efectivamente invitadas. Entiende que la gente llega a la mansión sin invitación. Nick deambula, incómodo, entre mucha gente desconocida. Lo impresiona la cantidad de jóvenes ingleses mezclados con “la sobria nobleza del campo” (2011:75) de East Egg y con personas más humildes. Busca a su anfitrión pero no lo encuentra. Cuando le pregunta a algunas personas si han visto a Gatsby, los otros se quedan mirándolo, asombrados.

Saliendo de la casa, encuentra a Jordan parada en la escalinata, “inclinada hacia atrás y mirando con despectivo interés hacia el jardín” (2011:73). Se acerca a ella para hablar con la única persona conocida en la fiesta. Jordan le agarra la mano y sigue hablando con dos chicas con vestidos amarillos idénticos. Ven pasar bandejas de cócteles cuando bajan al jardín. Una chica llamada Lucille le cuenta a Jordan que la última vez que ha estado en lo de Gatsby se rasgó el vestido y luego recibió uno nuevo en su casa. La otra chica de amarillo dice que hay algo raro en Gatsby; desconfía de sus esfuerzos para no tener problemas con nadie. Nuevamente se cuentan chismes sobre él: “alguien me contó que se creía que una vez había matado a un hombre” (2011:74), “fue espía alemán durante la guerra” (2011:74) y “estuvo en el ejército estadounidense durante la guerra” (2011:75).

Jordan y Nick buscan al anfitrión dentro de la mansión. Encuentran en la enorme biblioteca gótica a un señor alcoholizado con anteojos ojos de lechuza revisando los libros. El hombre destaca que los libros “son absolutamente verdaderos” (2011:76). Agarra un libro de Goddard, el mismo que Tom ha comentado con Nick en la cena en su casa.

Mientras, en el jardín, la orquesta toca jazz y varias mujeres y bailarinas bailan. Nick está emborrachándose: “me había tomado dos lavafrutas de champán y la escena se había transformado ante mis ojos en algo significativo, elemental y profundo” (2011:78).

Un hombre lo mira, le dice que su cara le resulta familiar y le pregunta si ha estado en la Tercera División durante la guerra. Nick le dice que sí. Se dan cuenta de que se han visto antes. Conversan sobre la guerra. Nick piensa que el hombre debe vivir en el barrio, porque le cuenta que acababa de comprarse un hidroplano que va a probar el día siguiente, y le pregunta si lo quiere acompañar. Lo llama “camarada” (2011:79). Nick piensa en preguntarle su nombre, pero en ese momento Jordan se incorpora a la conversación. Nick dice que es una fiesta inusual porque no conoce personalmente al anfitrión, y el hombre responde: “yo soy Gatsby” (...) “parece que no soy muy buen anfitrión” (2011:79). Nick se avergüenza pero Gatsby sonríe, comprensivo, y le asegura que no hay ningún problema. Luego, un mayordomo se acerca notificándolo de una llamada de Chicago y Gatsby se desvanece entre la gente. Nick queda sorprendido, porque esperaba que Gatsby fuera “una persona rubicunda y corpulenta de mediana edad” (2011:80). Nick le hace preguntas a Jordan sobre quién es Gatsby y ella contesta: “ahora usted se ha puesto en marcha con el tema” (2011:80). Luego menciona que Gatsby le ha dicho que había estado en Oxford, pero que ella no le cree. Nick se siente curioso sobre la identidad de Gatsby. En ese momento la orquesta empieza a tocar jazz.

El mayordomo se acerca a Jordan y le dice que Gatsby quiere hablar con ella a solas. Ella sigue al hombre para encontrarse con el anfitrión. Nick se queda solo y son las dos de la mañana. Observa a la fiesta y ve varias parejas peleando. Se dirige al vestíbulo y ve a Jordan y a Gatsby saliendo de la biblioteca. Jordan le dice a Nick que oyó cosas sorprendentes, pero que es un secreto. Luego ella se pierde entre la gente y Nick siente vergüenza por quedar entre los últimos invitados. Nick saluda a Gatsby, pero el anfitrión rápidamente se va: el mayordomo lo busca por una llamada desde Filadelfia. Nick sale de la mansión y ve a mucha gente conglomerada alrededor de un cupé nuevo al que le falta una rueda porque ha sufrido un choque. El conductor es el hombre de anteojos de lechuza y se baja del auto completamente borracho. Mientras, varios autos tocan bocinas para poder irse de la fiesta. Nick camina hacia su casa y mira la mansión: “Una lámina de luna brillaba arriba de la casa de Gatsby, haciendo la noche tan magnífica como antes y sobreviviendo a la risa y el ruido del jardín fulgurante todavía” (2011:88).

El narrador aclara que su historia puede hacer creer a los lectores que solo vive de fiesta o emborrachándose en la ciudad cuando en realidad pasa la mayor parte de sus días trabajando. Cuenta sobre un breve amorío y enuncia que: “Empezó a gustarme Nueva York, el sentimiento vivaz, aventurero allí en las noches, y la satisfacción que el constante parpadeo de hombres y mujeres y máquinas da al ojo inquieto” (2011:89). Deja de ver a Jordan Baker por un tiempo pero la reencuentra a mediados del verano y confiesa sentir por ella una “tierna curiosidad” (2011:90). Descubre que es “incurablemente deshonesta” (2011:91), pero igualmente se siente atraído por ella.

Análisis

El tercer capítulo comienza con los pasajes más famosos de la novela: las descripciones de las fiestas. El narrador construye listas con items muy específicos y combina palabras de maneras extrañas. Por ejemplo: “música de cóctel amarillo” (2011:70) y “flotantes rondas de cócteles” (2011:70). Según Tredell, el estilo narrativo de Fitzgerald puede caracterizarse como un modernismo romántico (2007). Es decir, hay una combinación de imágenes y ritmos derivados de la poesía romántica del siglo XIX con la precisión, conciencia y referencias del modernismo del siglo XX. Para que se entienda esta definición, es importante recordar que la poesía romántica pone énfasis en la imaginación, las emociones, la subjetividad y la ambigüedad. En cambio, la prosa y la poesía modernista, que tiene como exponente a James Joyce y T.S. Eliot, emplea un discurso sencillo con imágenes vívidas. En este caso, las descripciones del narrador dan cuenta del clima mágico de alcohol, luces, música, opulencia y jazz que se concentra en la mansión de Gatsby. Hay “luces de colores suficientes para hacer del enorme jardín de Gatsby un árbol de Navidad” (2011:70) y “pavos transformados por embrujo en oro oscuro” (70). Sigue Nick: “ya vestíbulos y salones y verandas están chillones de colores primarios y cabellos cortados de extrañas formas nuevas, y chales que superan los sueños de Castilla (70). Enumera objetos heterogéneos de manera rápida y ágil, en sintonía con el in crescendo de la fiesta. Luego aclara: “Hacia la medianoche la hilaridad había aumentado” (2011:78).

La atmósfera de descontrol de las fiestas se configura en comunión con un clima de época de opulencia económica y prohibición del consumo de alcohol. Las fiestas, por lo tanto, tienen un tinte de ilegalidad que acrecienta la explosión de los invitados. En las fiestas aparecen varios ejemplos de flappers, un tipo de mujer protagonista de “los años locos” en los Estados Unidos. Las flappers son mujeres desafiantes de la moral tradicional que, por lo tanto, son consideradas comúnmente como desvergonzadas o rápidas. Nick encuentra, por ejemplo, “una gran cantidad de chicas solas bailando individualmente” (2011:78), es decir, mujeres que transgreden el mandato clásico del matrimonio como horizonte obligatorio de la vida. Jordan Baker es un ejemplo de flapper. Cuando Nick la encuentra en la fiesta, la ve posando: “se paró en la escalinata de mármol, algo inclinada hacia atrás y mirando con despectivo interés hacia el jardín” (2011:73). Jordan representa una flapper porque es una mujer soltera, que tiene un trabajo profesional y que, como indica la cita, busca llamar la atención. Se muestra como una mujer misteriosa y seductora.

En este capítulo se destaca por primera vez la idea de que el personaje de Gatsby es una fachada. En la primera descripción de él, varios verbos y adjetivos dan cuenta de la idea de una imagen construida: “parecía”, “impresión”, “transmitir”, “creía” (2011:80). Aunque Nick todavía no conoce la verdad sobre la identidad de Gatsby, percibe su habilidad para ser admirado y cierto control sobre la imagen que transmite de sí mismo: “me había dado una fuerte impresión de que escogía sus palabras con cuidado” (2011:80). Se vislumbran aquí las sospechas sobre la construcción de la identidad de Gatsby en el lenguaje que utiliza Nick para describirlo. Significativamente, Nick se sorprende cuando lo conoce, porque no coincide con su idea previa de cómo sería (“una persona rubicunda y corpulenta de mediana edad” (2011:80)).

En la fiesta, los chismes giran en torno a la personalidad de Gatsby y siembran un enigma que empuja la narración hacia adelante. Los invitados mencionan que ha estado en la guerra, que ha sido un espía alemán y que ha asesinado a un hombre. Una mujer incluso nombra a la fuente por la que consigue el rumor: “le oí decir eso a un hombre que sabía todo sobre él, creció con él en Alemania” (2011:75). Nick también comienza a interesarse en Gatsby, ante lo que Jordan contesta: “ahora usted se ha puesto en marcha con el tema” (2011:76), como si fuese una intriga comunitaria, una “especulación romántica que inspiraba el que murmurasen sobre él” (2011:75). Es significativo que se mencione el romanticismo respecto de la identidad del protagonista, ya que una interpretación común sobre El gran Gatsby es pensar la novela como una celebración de la esperanza romántica en América, como si Gatsby fuese el último héroe romántico de la civilización, previo a que esta dé su paso al mundo moderno. En este sentido, Gatsby sería un héroe romántico que debe encontrarse con el mundo moderno. Según Harold Bloom, la novela trata no solamente sobre el sueño romántico de Gatsby, sino también sobre la decadencia del sueño americano. Es decir, la novela avanza en ambas posibilidades: en la frustración del hombre que se construye a sí mismo en un mundo materialista y en la fe en el sueño de amor de Gatsby, que lo lleva a desear riqueza económica.