El Alquimista

El Alquimista Resumen y Análisis del Prólogo

Resumen

El Alquimista, un personaje al que no conoceremos hasta avanzada la historia, encuentra un libro que cuenta el mito de Narciso. Este trata sobre la historia de un joven que se llamaba Narciso y estaba tan enamorado de su imagen que pasaba días admirando su reflejo en un lago. Un día, Narciso estaba tan perdido en su reflejo que se desconcentró, se resbaló y murió ahogado en el lago. Una flor nació donde Narciso cayó, y esta llegó a ser conocida como la flor de Narciso. Sin embargo, la versión del libro que encuentra el Alquimista es muy diferente. La historia continúa contando cómo la diosa del bosque fue al lago después de que Narciso se ahogara y lo encontró convertido en un lago de lágrimas: estaba llorando por Narciso. Lo extrañaba porque podía contemplarse a sí mismo en el reflejo de los ojos de Narciso. Esta versión del mito de Narciso alegra mucho al Alquimista.

Análisis

Este prólogo introduce varios elementos que jugarán un papel importante más adelante en la historia. Primero, el lector puede ver la atribución de características humanas a objetos inánimes (en este caso, el lago que llora). Este hecho ayuda a establecer el tono mágico de la historia, y también ayuda a enfatizar la interrelación de todas las cosas, animadas e inánimes, que constituye uno de los temas principales del libro. En segundo lugar, la historia de Narciso destaca la cuestión del egoísmo, un tema central en la historia de El Alquimista. ¿Es posible perseguir los deseos personales de uno y, al mismo tiempo, vivir una buena vida? En el caso de Santiago, la respuesta es un rotundo sí, convirtiendo la imagen de Narciso (que se convirtió en una flor gracias a su egoísmo) en una especialmente apta para esta historia.