La gallina degollada

La gallina degollada Preguntas de Ensayo

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    ¿Qué vínculos y que distancias se pueden establecer entre "La gallina degollada" y el realismo literario?

    Puede considerarse que el estilo narrativo de muchos relatos de Quiroga, entre los que se encuentra "La gallina degollada", está vinculado al realismo literario, principalmente porque su prosa es directa, está depurada de ornamentos estéticos excesivos y busca representar una porción de la realidad, limitándose a presentar una situación y describirla tal cual podría ser observada.

    El principal rasgo de "La gallina degollada" es la abundancia de descripciones de elementos de la vida cotidiana desde una focalización objetiva, es decir, reduciendo al máximo posible la mirada subjetiva de un narrador para presentar la realidad tal cual se la observa. Esto puede comprobarse en el abordaje que realiza el narrador del argumento, su observación del detalle y la descripción minuciosa de las escenas que encarnan los personajes.

    A pesar de estos puntos de conexión con el realismo literario, cabe destacar que Quiroga no pretende retratar o interpretar la realidad, y tampoco busca hacer una crítica social ni develar los mecanismos que subyacen a la vida en sociedad y al funcionamiento de las instituciones, tal como se proponía el realismo, sino que utiliza una estética vinculada al realismo literario con el objetivo de construir rápidamente un marco concreto para la acción melodramática y excesiva con la que desea conmocionar al lector.

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    ¿De qué forma se relacionan las temáticas de "La gallina degollada" con algunas propuestas del naturalismo literario propio de la Argentina?

    Aunque “La gallina degollada” no puede considerarse un cuento naturalista, es fácil detectar en sus páginas algunas características propias de este género literario.

    El naturalismo busca documentar de la forma más objetiva posible la realidad social que interesa al escritor, sin recargar la escritura de elementos novelescos. Para lograrlo, intenta recuperar un discurso propio de las ciencias y del positivismo que sirva para explicar y comprender la realidad mediante la lógica y la razón. Así, el naturalismo presta especial atención, por ejemplo, a los discursos médicos y al avance de la medicina en el diagnóstico de patologías. Esto puede observarse, en "La gallina degollada", en la intervención del médico para diagnosticar y tratar a los hijos idiotas de la pareja protagonista.

    A su vez, en la Argentina el naturalismo se interesa particularmente por la herencia genética y los males hereditarios que se alojan en la sangre. En "La gallina degollada", la enfermedad que aqueja a los cuatro hijos del matrimonio Mazzini Ferraz parecer ser una afección hereditaria por la que la pareja se echa la culpa mutuamente. La muerte de Bertita en un charco inmenso de sangre es la última forma de presentar el mal hereditario como una condena de la que la familia no puede escapar.

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    ¿Cómo se representa el abandono de los cuatro hijos de la familia Mazzini-Ferraz en el cuento?

    Tras el fracaso que representa para el matrimonio tener cuatro hijos idiotas, Berta comienza a descuidar el aseo y la crianza de los niños. Luego, tras el nacimiento de Bertita, el abandono de los hijos idiotas es absoluto: los cuatro varones quedan al cuidado de la criada, una mujer ruda que apenas les prodiga la atención necesaria. Así, los cuatro niños quedan excluidos de todas las dinámicas familiares y se limitan a existir y a ocupar un banco del patio. El cariño y los cuidados maternales se vuelcan todos hacia Bertita, quien crece como una niña consentida y malcriada.

    El abandono es tan grande que se hace patente incluso en un plano lingüístico: en primer lugar, los cuatro hijos carecen de nombres propios, y el narrador los llama "bestias" o "monstruos". A su vez, la pareja reniega de la paternidad, y tanto Berta como el señor Mazzini suele referirse a los niños indicando que son los hijos del otro, usando el posesivo "tus" antes que el "nuestros" para señalarlos. Así, el abandono y la exclusión de los cuatro hijos idiotas se hace irreversible.

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    ¿Qué abordaje de la alteridad se puede corroborar en "La gallina degollada"?

    Los hijos idiotas recuerdan a sus padres el fracaso que son como unidad familiar. Por eso, la pareja hace todo lo posible por olvidarlos y excluirlos de las dinámicas familiares. Los cuatro niños introducen en el relato un orden distinto al familiar tradicional, y esto se hace incluso más evidente cuando nace Bertita. En contraposición a la hija sana, los hijos idiotas se convierten, definitivamente, en los otros, en aquellos que destruyen el orden familiar e instalan la monstruosidad en lo cotidiano. Tan diferentes son a lo que la familia desea, a lo normal y lo normado, que los niños ni siquiera reciben nombres propios, con lo que quedan totalmente por fuera de las lógicas vinculares de la unidad familiar.

    El nombre propio cumple la función de particularizar e identificar a un individuo dentro de un grupo, al mismo tiempo que indica una pertenencia familiar, el linaje del que el sujeto forma parte. En este sentido, que los cuatro hijos idiotas no lleven nombre y nunca se los presente con el apellido Mazzini es un claro indicio de que pertenecen a un orden diferente, con el que sus padres no se identifican ni desean vincularse, y de que significan, además, el fin de la línea hereditaria del matrimonio Mazzini Ferraz.

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    ¿Cómo se relaciona el estilo de "La gallina degollada" con el periodismo y la literatura de folletín?

    Durante décadas, Horacio Quiroga publicó sus cuentos en las revistas Caras y Caretas y Fray Mocho.

    A principios del siglo XX, se populariza en la Argentina el consumo de la literatura de folletín, es decir, de obras de ficción publicadas en diarios y revistas de tirada semanal. Así, muchos escritores, entre los que se encuentra Horacio Quiroga, escriben obras para ser publicadas específicamente en famosas revistas, como Caras y Caretas. Estas revistas exigen al escritor ciertas restricciones, como una determinada cantidad de páginas o palabras y temas que puedan causar un impacto profundo en la sensibilidad de los lectores.

    Quiroga se convierte en un maestro de relatos de folletín: sabe ajustar su estilo a la exigencia de un máximo de palabras y presenta relatos efectistas y sensacionalistas que conmocionan a sus lectores. Publicada en 1909, "La gallina degollada" es un excelente ejemplo de esta literatura.

    Además, los cuentos de Quiroga presentan a menudo un vínculo con la estructura de las noticias sensacionalistas propias de los diarios de la época que buscaban un impacto directo en el lector. Quiroga se había dedicado formalmente al periodismo y, como él mismo indicaba, su literatura no descansaba en el ornamento estético, sino que buscaba comunicar de forma concreta y pragmática.