Lástima que sea una puta

Argumento

Giovanni, recién regresado a Parma de la universidad de Bolonia, siente una pasión incestuosa por su hermana Annabella. La obra comienza con una discusión de carácter ético entre Giovanni y el fraile Bonaventura. Bonaventura intenta convencer a Giovanni de que sus deseos son malvados y, finalmente, lo persuade para que trate de liberarse de sus sentimientos a través del arrepentimiento.

Mientras tanto, varios pretendientes se acercan a Annabella, entre ellos Bergetto, Grimaldi y Soranzo. Pero ella no está interesada en ninguno de ellos. Giovanni finalmente le confiesa lo que siente (obviamente sin haber logrado arrepentirse) y finalmente la conquista. La tutora de Annabella, Putana (literalmente, "puta"), fomenta la relación, la cual finalmente es consumada.

Hippolita, ex amante de Soranzo, lo ataca verbalmente, furiosa con él ya que creía que había enviado a su esposo Richardetto a un viaje peligroso que debía causarle la muerte, con lo cual habrían podido estar estar juntos. Soranzo, sin embargo, no cumple con lo prometido y la abandona. Soranzo se va y su sirviente Vasques promete ayudar a Hippolita a vengarse de él y la pareja acuerda casarse después de asesinarlo.

Richardetto no ha muerto, sino que está en Parma de incógnito con su sobrina Philotis. Richardetto también está desesperado por vengarse de Soranzo y convence a Grimaldi de que para ganar a Annabella, debe apuñalar a Soranzo con una espada envenenada. Desafortunadamente, Bergetto y Philotis, ahora prometidos, planean casarse en secreto en el lugar donde Richardetto sugiere que espere Grimaldi. Grimaldi apuñala y mata a Bergetto por error, dejando a Philotis, Poggio (el sirviente de Bergetto) y Donado (el tío de Bergetto) aterrorizados.

Annabella se resigna a casarse con Soranzo, sabiendo que tiene que casarse con alguien que no sea su hermano. Posteriormente se enferma y se revela que está embarazada. Fray Buenaventura luego la convence de que se case con Soranzo antes de que su embarazo se haga evidente. Donado y Florio (padre de Annabella y Giovanni) van a la casa del cardenal, donde Grimaldi se ha escondido, para pedir justicia. El cardenal se niega a entregarlo debido al alto estatus de Grimaldi y, en lugar de ello, lo envía de regreso a Roma. Florio le dice a Donado que espere a que Dios les haga justicia.

Annabella y Soranzo se casan poco después y su ceremonia incluye bailarines de máscaras, uno de los cuales se revela como Hippolita. Ella dice estar dispuesta a brindar con Soranzo y los dos levantan sus copas y beben, ella revela que su plan era envenenar su vino. Pero Vasques se le adelantó, dice que siempre fue leal a su amo y envenenó a Hippolita. Ella muere soltando insultos y maldiciendo a los recién casados. Al ver los efectos de la ira y la venganza, Richardetto abandona sus planes y envía a Philotis a un convento para salvar su alma.

Cuando Soranzo descubre el embarazo de Annabella, los dos discuten hasta que Annabella se da cuenta de que Soranzo realmente la amaba y se siente consumida por la culpa. Su esposo la confina en su habitación, conspirando con Vasques para vengarse de su esposa infiel y su amante desconocido. Vasques finge hacerse amigo de Putana para obtener el nombre del padre del bebé de Annabella. Una vez que Putana revela que es Giovanni, Vasques hace que los bandidos aten a Putana y le saquen los ojos como castigo por los terribles actos que ella voluntariamente ha supervisado y alentado. En su habitación, Annabella le escribe una carta a su hermano con su propia sangre, advirtiéndole que Soranzo lo sabe y pronto buscará venganza. El fraile entrega la carta, pero Giovanni es demasiado arrogante para creer que puede ser dañado e ignora el consejo de rechazar la invitación a la fiesta de cumpleaños de Soranzo. Posteriormente, el fraile huye de Parma para evitar una mayor participación en la caída de Giovanni.

El día de la fiesta, Giovanni visita a Annabella en su habitación y después de hablar con ella, la apuñala mientras la besa. Luego ingresa a la fiesta, en la que están presentes todos los personajes restantes, empuñando una daga en la que ha ensartado el corazón de su hermana y les cuenta a todos sobre el asunto incestuoso. Florio muere inmediatamente del shock. Soranzo ataca a Giovanni verbalmente y Giovanni lo apuñala y lo mata. Vasques interviene, hiriendo a Giovanni antes de ordenar a los bandidos que terminen el trabajo. Después de la masacre, el cardenal ordena que Putana sea quemada en la hoguera, que Vasques sea desterrado y que la iglesia se apodere de todas las riquezas y propiedades pertenecientes a los muertos. Richardetto finalmente le revela su verdadera identidad a Donado y la obra termina con el dicho cardinal de Annabella "¿Quién no podría decir: 'Es una pena que sea una puta?" ("who could not say, 'Tis pity she's a whore?").[3]​


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