Mathilde Loisel
Se trata de la protagonista del relato. Mathilde es una joven encantadora nacida en el seno de una familia de empleados y casada, a su vez, con un empleado del Ministerio de Instrucción Pública. Al inicio del relato, Mathilde es una mujer extremadamente desdichada, puesto que anhela con fervor pertenecer a la alta burguesía y estar rodeada de lujos.
Tras perder el collar, endeudarse y descender en la escala social para poder pagar los préstamos, la personalidad de Mathilde cambia completamente: la joven desdichada se convierte en una mujer fuerte aunque avejentada por la dureza de una vida pobre. A su vez, Mathilde se resigna y abandona sus sueños de ascenso social, y en esa resignación encuentra una nueva tranquilidad que nunca había conocido.
El señor Loisel
Se trata del esposo de Mathilde. El señor Loisel es un empleado del Ministerio de Instrucción Pública y pertenece a la clase media-baja de la Francia del siglo XIX. Es un marido comprensivo que desea ver feliz a su esposa. Para ello, consigue la invitación al baile del ministro y entrega los 400 francos que su mujer necesita para comprarse un vestido.
Después de la pérdida del collar, el señor Loisel es quien toma la iniciativa y lo busca frenéticamente. Al no hallarlo, es él quien determina que deben comprar uno nuevo para reemplazar el perdido, y para eso empeña su futuro y pasa los siguientes diez años haciendo trabajos extra para poder saldar las deudas contraídas.
La señora Forestier
Se trata de una señora rica que trabó amistad con Mathilde de niña, cuando ambas estudiaban en un convento. La señora Forestier es quien le presta a Mathilde el collar de brillantes y, diez años después del episodio del baile, cuando se encuentra con su vieja amiga, le confiesa que el collar que le había prestado era falso.
El ministro de Instrucción Pública
El señor Ramponneau, ministro de Instrucción Pública, es el jefe del señor Loisel y una persona importante dentro de la clase dirigente. Con frecuencia realiza bailes en su residencia e invita a veces a algunos de sus empleados. Gracias a su invitación es que la señora Loisel puede acudir a un baile de la alta sociedad.