Cuentos de Ray Bradbury

Cuentos de Ray Bradbury Resumen y Análisis : ¨La sirena¨

Resumen

En "La sirena", el narrador y un hombre llamado McDunn trabajan en una torre de piedra, lejos de tierra firme, para alertar a los barcos que pasan a través de la niebla sobre su proximidad a la costa. La torre emite luces rojas y blancas, y también una "Voz", el grito profundo que la sirena envía al mundo. Es un trabajo solitario. La noche anterior a que sea el turno del narrador de regresar a tierra, McDunn le dice que tiene algo especial que contarle.

Hablan de cómo la sirena suena como un "gigantesco y solitario animal que grita en la noche", y luego McDunn procede a decirle al narrador que en esta época del año, "algo viene a visitar el faro". El narrador no entiende lo que está tratando de decir, pero McDunn le responde que solo espere y observe. Se sientan juntos mientras el tiempo pasa. McDunn le cuenta al narrador la historia que inventó sobre por qué esta criatura regresa todos los años. Él cree que el hombre que construyó la sirena quería crear un sonido que fuera tan solitario que "quienes lo oigan conocerán la tristeza de la eternidad y la brevedad de la vida" (3).

Mientras finaliza la historia, señala en la distancia y exclama que la criatura ha llegado. El narrador ve a una criatura de 30 metros de largo aproximadamente, parecida a un dinosaurio, emerger del mar. Cuando el monstruo grita, hace un ruido inquietantemente similar al ruido de la sirena. Mientras escuchan sus gritos, McDunn le pregunta al narrador si ahora entiende por qué viene el monstruo cada año: el monstruo cree que se está comunicando con la sirena. Es como si pensara que esta es una amiga, compañera o amante perdida hace mucho tiempo. Plantean la hipótesis de que la criatura se encuentra en las profundidades del océano, tratando de olvidar que es la última (o una de las últimas) de su especie, pero la sirena lo reclama sin cesar.

Deciden experimentar y apagar la sirena. La criatura se enfurece y comienza a cargar contra la torre. Sus esfuerzos por volver a encender la sirena llegan demasiado tarde, y la criatura no disminuye su embestida. McDunn y el narrador corren hacia el sótano de la torre, tratando de evitar el ataque del monstruo. La torre se derrumba a su alrededor y el ruido de la sirena se detiene de forma permanente. Sintieron "el lamento, el asombro, la soledad del enorme monstruo doblado sobre nosotros, de modo que el nauseabundo hedor de su cuerpo llenaba el sótano". Lo que había llamado al monstruo y había sido llamado por él ya se había ido. El monstruo emitió por su boca grandes sonidos, como los de la sirena.

Al día siguiente, los dos hombres son rescatados y afirman que las olas fueron responsables del daño. Un año más tarde se construye un nuevo faro, pero el narrador ya tiene un nuevo trabajo en tierra. Una noche, baja y estaciona cerca del faro para escuchar. El monstruo nunca regresó, según McDunn. Mientras el narrador escucha la sirena, cree que suena como el monstruo y desea que hubiera algo que pudiera contestarle.

Análisis

Esta historia articula la necesidad humana básica de comunicarse con los demás. Sorprendentemente, Bradbury logra esto a través de una figura no humana, un monstruo que emerge del mar. La historia de Bradbury sobre el monstruo que viaja durante todo un año a través del mar solo para comunicarse con la sirena del faro permite que el lector empatice con el monstruo, aunque no se parezca a un humano en lo más mínimo. Esta empatía le permite al lector darse cuenta de cuán central es la necesidad de comunicación para la felicidad humana.

Estamos en constante comunicación con las personas que nos rodean y se nos hace muy difícil estar en un aislamiento prolongado. Nos comunicamos no solo con otras personas, sino también con nuestro entorno todos los días. Tanto más si consideramos que vivimos en esta era digital de hoy en día, donde uno puede comunicarse con otra persona a través del correo electrónico, Facebook o Skype. La comunicación y el compañerismo son una piedra angular de la existencia humana.

El hecho de que el monstruo encuentre consuelo y compañía en el ruido de una sirena de faro también plantea la pregunta de "¿Quién o qué nos brinda compañía?". Uno podría pensar en la película con Tom Hanks, "El náufrago", en la que el protagonista crea a un amigo, Wilson, con una pelota de voleibol que sobrevivió al accidente aéreo. El hombre es capaz de encontrar consuelo a través de algo tan simple como una pelota. ¿A quién buscamos para sentir compañerismo en nuestra vida cotidiana? Con esto en mente, uno se pregunta si el monstruo cree realmente que la sirena del faro es otro monstruo o si sabe que no lo es y así y todo regresa por el consuelo de su sonido.

Lo opuesto a la comunicación y la compañía es el aislamiento, que es otro tema prominente en la historia. No solo el monstruo está aislado del ruido de la sirena del faro, sino que los dos trabajadores, McDunn y el narrador, están separados del resto de la sociedad. Se encuentran en la frontera entre el mar y la tierra, aislados de ambos mundos. Para enfatizar este aislamiento, deben esperar a que llegue un equipo de rescate a la mañana siguiente para salvarlos del derrumbado sótano después del ataque del monstruo. McDunn ha pasado tanto tiempo lejos de la sociedad continental que está íntimamente al tanto de las idas y venidas del monstruo, hasta el punto de haberla calculado para un día en especial.

Teniendo en cuenta la posición del narrador, la de un aislado trabajador del mar, debemos considerar su sesgo narrativo al contar la historia. ¿Está leyendo las acciones del monstruo en consonancia con su propia soledad? ¿Es fácil para él proyectar emociones en el monstruo porque él mismo se siente solo y aislado? Siempre es importante tener en cuenta la fuente de la historia, y "La sirena" no una excepción.