Frankenstein

Frankenstein Temas

La reflexión literaria

El texto mismo de Frankenstein simboliza muchos de los temas también simbolizados en sus contenidos. Por ejemplo, el monstruo de Frankenstein es una criatura creada al imbuir varias partes viejas de cuerpos con una nueva vida. De manera similar, los textos de Shelley incluyen citas directas y referencias a muchos poemas y otras obras literarias antiguas. Por lo tanto, el texto actúa como una imagen compuesta de viejas historias a las que se les infundió "nueva vida", al igual que al monstruo.

La creación

El texto está virtualmente obsesionado con eventos de creación: Frankenstein crea al monstruo a partir de tejido muerto, el monstruo se concibe a sí mismo leyendo acerca de la creación de Adán en El Paraíso Perdido, el monstruo le pide a Frankenstein que le cree una compañera. Aún más, se crean en realidad tres niveles diferentes de narrativa: las cartas que R. Walton le envía a su hermana, narrando el tiempo que pasa navegando hacia el Polo Norte; la historia que Frankenstein le cuenta a Walton, incrustada en las cartas; y la historia que el monstruo le cuenta a Frankenstein acerca de su juventud, incrustada en la historia de Frankenstein. El texto en su totalidad, de esta manera, puede verse como una exploración continua de lo que significa crear algo.

La responsabilidad

Una de las formas en las que el texto explora el evento de la creación es planteando la pregunta de qué responsabilidad tiene el creador, si es que tiene alguna, de lo creado. Frankenstein evita a su monstruo casi inmediatamente después de crearlo. El monstruo culpa a Frankenstein por esto, y le asigna la responsabilidad de corregir sus errores mediante la creación de una compañera para él. Cuando Frankenstein se niega, el monstruo lo castiga. Frankenstein finalmente llega a creer que es su deber matar al monstruo. Los dos se sienten unidos por el evento de la creación, y es este vínculo el que, según el relato de Frankenstein y del monstruo, pone la culpa en las manos del creador por el resultado de lo creado.

La dependencia causal

La estructura de la culpa en la novela se enfoca en eventos particulares que se supone que han alterado completamente la trayectoria del futuro, es decir, eventos que fueron necesarios para que importantes eventos futuros tuvieran lugar. Así, por ejemplo, Frankenstein no sabe si hubiera emprendido la creación del monstruo si su padre no se hubiera burlado del interés de su hijo por la alquimia y cuestiones de ese estilo (Volumen I, Capítulo 1). Del mismo modo, el monstruo le echa la culpa a la negligencia de su creador y a su descuidado trabajo por su propia mala suerte en la vida (Volumen II, Capítulo 7). Se invita así al lector a cuestionar si esto es realmente una evaluación justa de la relación causal y la responsabilidad.

La arrogancia prometéica

El título alternativo de Frankenstein en su versión inglesa es The Modern Prometheus, y la historia es fiel a este título: en la mitología griega, Prometeo robó el fuego de los dioses y se lo dio a la humanidad, para ser luego castigado eternamente por sus crímenes. De la misma forma, Frankenstein descubre cómo dar vida a las cosas, lo que constituye un poder divino, y es posteriormente castigado por la tragedia sin fin a la que lo lleva su creación.

El aislamiento

El aislamiento se manifiesta en la novela tanto a nivel macro como microcósmico. El relato marco tiene lugar en un barco que navega hacia el Polo Norte, posiblemente el punto más aislado del mundo. A un nivel más microcósmico, Frankenstein se aísla del resto de la sociedad creando vida, dándose así un carácter único con el que nadie puede identificarse. Su monstruo está más directamente aislado, al ser el único de su tipo.

La ley natural

La novela plantea la pregunta de dónde se traza la línea entre lo que podemos y lo que debemos hacer. Se ha demostrado que es científicamente posible para Frankenstein crear un ser vivo a partir de un tejido muerto. Sin embargo, aquí hay una extraña sensación de paradoja: aunque el acto parece totalmente antinatural, ¿no es acaso natural en virtud del hecho de que puede hacerse? La noción de progreso científico podría sugerir que Frankenstein estaba en lo correcto al crear a este ser y conducir esta investigación con el interés de expandir el conocimiento y el dominio de la humanidad sobre el mundo. Sin embargo, las horribles consecuencias de los experimentos sugieren que, probablemente, Frankenstein jamás debería haber tomado el camino de crear vida por sí mismo. Este rompecabezas moral es uno de los principales problemas que la novela invita al lector a explorar.