El Señor de las Moscas

El Señor de las Moscas Lista de Personajes

Ralph

El protagonista de la historia, Ralph es uno de los niños mayores en la isla. Rápidamente se convierte en el líder del grupo. Golding describe a Ralph como alto para su edad y guapo. Él preside sobre los otros niños con una cualidad natural de autoridad. Aunque no tiene la inteligencia de Piggy, Ralph es tranquilo y racional, con buen juicio y una fuerte sensibilidad moral, aunque es susceptible a las mismas influencias instintivas que afectan a los otros niños, como demuestra con su contribución a la muerte de Simon. Sin embargo, Ralph sigue siendo el personaje más civilizado de toda la novela. A través de su compromiso con la justicia y la igualdad, Ralph representa la tradición política de la democracia liberal.

Piggy

Aunque rechoncho, torpe, y averso a la labor física porque sufre de asma, Piggy—quien detesta su apodo—es el intelectual en la isla. A pesar de ser un extranjero entre los otros chicos, Piggy es eventualmente aceptado por ellos, aunque de mala gana, cuando descubren que sus espejuelos se pueden usar para encender fuegos. Los talentos intelectuales de Piggy hacen que se gane el cariño particular de Ralph, quien llega admirarlo y respetarlo por su enfoque en asegurar su rescate de la isla. Piggy está dedicado a la idea de la civilización y constantemente regaña a los otros chicos por comportarse como salvajes. Sus encontronazos continuos con el grupo culminan cuando Roger mata a Piggy al dejar caer una piedra sobre él, un acto que señala el triunfo del instinto bruto sobre el orden civilizado. Intelectual, sensitivo, y meticuloso, Piggy representa la cultura dentro del sistema democrático personificado por Ralph. El apodo de Piggy simbólicamente lo conecta con los cerdos en la isla, los cuales rápidamente se convierten en los objetivos de la sed de sangre de Jack y sus cazadores—una asociación que presagia su asesinato.

Jack Merridew

El líder de un coro de niños, Jack ejemplifica el militarismo bordando en autoritarismo. Él es cruel y sádico, preocupado sólo por cazar y matar cerdos. Su sadismo se intensifica a través de la novela, y eventualmente él se vuelve cruel hacia los otros chicos. Jack pretende tener interés en las reglas establecidas en la isla, pero sólo si le permiten infligir castigos. Jack representa la anarquía. Su rechazo del orden impuesto por Ralph—y los resultados sangrientos de ello—indican el peligro inherente en un sistema anárquico basado solamente en el egoísmo.

Simón

El personaje más introspectivo de la novela, Simón tiene una afinidad profunda con la naturaleza y usualmente camina solo por la jungla. Mientras Piggy representa la faceta cultural y Ralph la política y moral de la civilización, Simón representa el lado espiritual de la naturaleza humana. Como Piggy, Simón es marginado: los demás niños piensan que es extraño y tal vez está loco. Simón es el que encuentra a la bestia. Cuando intenta decirle al grupo que sólo es un piloto muerto, los niños, pensando que él es la bestia, lo asesinan en un momento de pánico. Golding frecuentemente sugiere que Simón sirve como una figura de Cristo, cuya muerte es un tipo de martirio. Su nombre, que significa “aquel a quien Dios ha escuchado,” indica la profundidad de su espiritualidad y su centralidad en la alegoría judeo-cristiana de la novela.

Sam y Eric

Los gemelos son los únicos chicos que se quedan con Ralph y Piggy a cuidar el fuego luego de que los demás abandonan a Ralph y se unen a la tribu de Jack. Los chicos consideran a estos dos niños como un solo individual, y Golding contribuye a esta percepción al combinar sus nombres individuales en uno: “Samneric”. Aquí encontramos sugerencias sobre el individualismo y la singularidad humana.

Roger

Uno de los cazadores y el guardia de la fortaleza El Peñón del Castillo, Roger es igual de cruel que Jack. Aún antes de que los cazadores se conviertan en salvajes, Roger es grosero y maleducado, destruyendo los castillos de arena y tirándole arena a los demás. Antes de que los demás niños pierdan toda idea de la civilización, Roger mata a Piggy.

Maurice

Durante el canto de “Mata el cerdo” de los cazadores, Maurice, quien es uno de los cazadores, pretende ser un cerdo mientras los demás pretenden matarlo. Cuando los cazadores matan a un cerdo, Jack restriega su sangre en la cara de Maurice. Maurice representa a las masas tontas.

Percival

Percival, uno de los niños más pequeños en la isla, usualmente trata de consolarse repitiendo su nombre y su dirección como un recuerdo de su vida hogareña. Él se torna cada vez más histérico a través de la novela, requiriendo el consuelo de los niños mayores. Percival representa los aspectos domésticos o familiares de la civilización; su inhabilidad de recordar su nombre y su dirección al ser rescatado indica la erosión del impulso doméstico cuando se destruye el orden democrático. Cabe notar también que en la tradición literaria, Percival es uno de los Caballeros de la Mesa Redonda que va en busca del Santo Grial.

La Bestia

Un piloto muerto que Simón encuentra en el bosque. Los otros niños lo confunden con un augurio sobrenatural, “La Bestia.” Ellos intentan aplacar su espíritu con el Señor de las Moscas.

El Señor de las Moscas

La cabeza de cerdo que Jack atraviesa con un palo como ofrenda para “La Bestia.” Los niños llaman a la ofrenda “El Señor de las Moscas,” lo cual en la mitología judeo-cristiana se refiere a Belcebú, una encarnación de Satanás. En la novela, el Señor de las Moscas funciona totémicamente: representa el salvajismo y la amoralidad de la tribu de Jack.

Oficial de la Marina

El oficial de la Marina aparece en la escena final de la novela, cuando Ralph lo encuentra en la playa. Él le dice a Ralph que su barco decidió inspeccionar la isla al ver mucho humo (el resultado del fuego forestal que Jack y su tribu encendieron intentando que Ralph tuviera que salir de su escondite). Su ingenuidad sobre el conflicto violento de los niños—él cree que solo están jugando—subraya la tragedia de la situación en la isla. Su estatus como soldado le recuerda al lector que el comportamiento de los niños es sólo una forma más primitiva de los conflictos agresivos y frecuentemente fatales que caracterizan a la civilización adulta.